El Gobierno destina $10 mil millones para la casa de Lamelas
En plena política de ajuste, el Presupuesto 2026 prevé millones para la residencia en Washington.
Tras dos años de ajuste libertario, el Estado quedó despojado de su función protectora, dejando a millones sin amparo ante la pérdida de derechos.
21/12/2025 - 00:00hs
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, entre 2023 y 2025 el Estado nacional redujo su gasto en términos reales un 27%, lo que equivale a unos 50 billones de pesos o 38.000 millones de dólares. La poda se concentró en transferencias, subsidios, salarios públicos, jubilaciones, programas sociales e inversión estatal, mientras se amplió el gasto en servicios de deuda.
Provincias en tensión
La reducción del gasto consolidado en 2025 se explicó casi exclusivamente por el ajuste del Estado nacional, que pasó de representar el 15,3% del PBI en 2024 al 14,6%. En sentido inverso, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aumentaron su participación del 13,2% al 13,7%, mientras que los municipios pasaron del 3% al 3,1%. El jefe de Gabinete Manuel Adorni criticó este desplazamiento como una interrupción del sendero de ajuste, aunque los números reflejan que el traslado del gasto responde a la necesidad de contar con respaldo estatal en las provincias y municipios para garantizar la atención de demandas básicas.
Cabe señalar que la inversión real directa del Estado nacional en las provincias se contrajo un 73,5%, reduciendo la obra pública financiada por Nación a una cuarta parte de su nivel previo. Los programas sociales mostraron una caída real del 52,3%, mientras los subsidios a la energía disminuyeron un 59% y los del transporte un 32,8%.
Deuda y privilegios
Las transferencias corrientes a las provincias sufrieron un recorte del 60,8% real interanual. En paralelo, las transferencias a universidades nacionales cayeron un 33,2%, reabriendo tensiones sobre la financiación de sistemas educativos y científicos.
El objetivo declarado fue llevar el gasto público al 25% del Producto, un nivel que solo se observó en momentos de crisis profunda. Al mismo tiempo, la reforma laboral en discusión propuso una baja en el impuesto a las Ganancias para un grupo selecto de empresas, lo que generaría un fuerte impacto en la recaudación y en la distribución de recursos hacia las provincias.
El resultado es un Estado que achicó gasto social y obra pública, pero amplió deuda y alivios para pocos, dejando a los sectores más vulnerables con menos recursos y más demandas.