La construcción en jaque: cada vez más desempleo y menos respuestas

Con la obra pública totalmente frenada en nuestro país, desde el sector obrero aseguran que los despidos ya son más de 100.000. En diálogo con la prensa, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, dio detalles de la situación y aseguró que el escenario empeora aún más a medida que pasa el tiempo.

Argentina atraviesa, desde la asunción del Presidente Javier Milei, una crisis económica que crece cada vez más a medida que avanzan los días y eso se ve reflejado en los distintos sectores del trabajo que sufren constantemente el impacto de las políticas basadas en el plan motosierra de Milei.

En ese aspecto, uno de los sectores más afectados es el de la construcción, área que sufre de lleno por el parate de la obra pública a lo largo y ancho del territorio nacional.

Mientras esto sucede, el jefe de Estado se mantiene firme en su postura y recibe el ataque de los gobernadores y distintos referentes de la oposición que se encargan de dejar en claro que es necesario reanudar la obra pública en algunos puntos clave de la República Argentina.

Quien se diferenció hace poco de las ideas de Milei fue el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que, al inaugurar unas obras de saneamiento en el Río Luján, señaló: “En la provincia de Buenos Aires la obra pública no se paraliza: continúa para mitigar inundaciones en Luján, para que no se deterioren las rutas ni se frene la urbanización de barrios populares. Estamos atravesando una situación muy difícil producto de un Gobierno nacional que se ausenta y deserta de sus responsabilidades”, destacó.

En tanto, tal como informó diario Hoy, el ministro de Hacienda y Finanzas bonaerense, Pablo López, alertó sobre la retracción que se ha dado en el sector desde que inició el año 2024 y señaló: “Los despachos de cemento marcaron el mínimo histórico desde que tenemos registro y el resto de los indicadores muestra caídas significativas”.

Asimismo, el funcionario agregó que “en enero el resultado sería aún peor” y continuó: “La retracción de este sector clave afecta principalmente a las y los trabajadores, por ser una actividad intensiva en mano de obra”.

Ante este panorama, desde la cartera económica remarcaron: “Estamos asistiendo a una fuerte reducción del mercado interno, a costa de la producción y los ingresos reales de la población”. “La actividad de la construcción suele ser un termómetro de nuestra economía y está dando señales de alarma”, concluyó López en su cuenta de X.

Asimismo, el pasado mes de marzo, desde la Cámara de la Construcción se informó que por unas 2.000 obras públicas que quedaron frenadas por decisión del Gobierno nacional crecen los despidos. Además, aseguraron que la cantidad de puestos vacantes podría ascender a los 200.000 en diferentes puntos del país.

Lo cierto es que, si bien hasta el momento no se llegó a esa cifra de despidos, el número ya superó los 100.000 y eso fue lo que continúa encendiendo las alarmas en un sector que pide medidas urgentes.

La voz del sector

Al respecto, en diálogo con la prensa, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, señaló: “La obra pública nacional está prácticamente paralizada, son muy pocas las obras que están en actividad en el orden nacional”. Asimismo, agregó: “Motivados por falta de pago desde el 10 de diciembre en adelante y sumado a un proceso inflacionario que hace muy difícil continuar las obras, en el orden nacional, están paradas en su totalidad”.

En cuanto a los números, Weiss manifestó: “Estimamos que entre despidos y suspensiones, deberíamos estar cerca de las 100.000 personas directas”. Asimismo, señaló: “Cada persona directa tiene a su vez un indirecto, con lo cual, el universo de posibles despidos es bastante más”.

Asimismo, el hombre continuó: “Pensamos que claramente había que ordenar la macroeconomía, sabíamos que sea cual sea el presidente que asumiera el 10 de diciembre tenía que ordenar las variables de la macro”.

“Claramente hay que bajar la inflación, hay que sincerar tarifas, hay que converger a un único dólar y sacar el cepo, todo el mundo sabe que la macro había que ordenarla, no podíamos seguir en un proceso como el que se estaba viviendo”, consideró.

En tanto, para finalizar, concluyó: “Después podemos discrepar un poco en la velocidad del ajuste, en las consecuencias del ajuste, en cómo afecta a los distintos sectores este ajuste y por ahí habría que discutir un poco cómo se puede morigerar”.

También habló Carlos Segura, el presidente de la Cámara Salteña de la Construcción, que analizó: “El gobierno tomó la decisión unilateral de no pagar, porque es un incumplidor serial de los contratos. Las empresas constructoras que hacemos obra pública consumimos el 40 % de los materiales de los corralones, que al no poder ejecutar, no podremos comprar”.

“El no hay plata es para el todo el mundo, el hecho que la obra pública no genere ingresos, deja sin movimientos muchas otras cosas. Yo no sé hasta cuándo va aguantar la obra privada y si va poder absorber más del 30 % de empleados que estamos dejando afuera”, sentenció el hombre.

La situación del país se ve reflejada en los números y la Provincia de Buenos Aires no se queda atrás pese a ser uno de los territorios en donde se mantiene la obra pública. Sin ir más lejos, al cierre del mes de febrero, el ministro López detalló vía redes sociales que, como “consecuencia directa del desplome de más del 70 % de la obra pública”, el sector de la construcción sufre una fuerte retracción; lo que pone en riesgo la continuidad de cientos de miles de puestos de trabajo.

En ese sentido, destacó que la construcción “es el sector más afectado dentro de la contracción general de la economía”.

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