La deuda agita el fantasma del default

Contener la devaluación que se disparó en mayo pasado le está costando al Gobierno (nuestra) sangre, sudor y lágrimas

Contener la devaluación que se disparó en mayo pasado le está costando al Gobierno (nuestra) sangre, sudor y lágrimas. Así es que, mientras el dólar anota alguna que otra baja de a centavos, la deuda crece un poco más cada jornada: de acá a fin de año vencen casi US$10.000 millones en Letras del Tesoro (Letes). Esta es la nueva bola de nieve que alienta el Gobierno para evitar mayores presiones sobre el mercado cambiario, mientras le cuesta desactivar su otra bomba: la de las Lebacs, los títulos en pesos con los que intenta evitar, sin éxito, que los inversores migren de la devaluada moneda nacional a la divisa norteamericana. 

El dólar, que baja efímeramente, lo hace al costo de tasas altísimas (beneficiosas para el sector financiero, nocivas para la producción), subasta de divisas y más deuda en pesos (Lebac) y dólares (Letes).

La semana que viene, al Banco Central le vencen  $530 millones en Lebacs y el objetivo es que la subasta de Letes evite que aquellos pesos se trasladen al dólar. 

Mientras, el mercado sigue con preocupación que el Gobierno no pueda saldar su deuda, la que pagaremos todos, sin que la devaluación ni la inlfación cedan.