La solución keynesiana para la crisis bonaerense

El gobernador Axel Kicillof marcó su cercanía con el pensamiento del oriundo de Cambridge, alejándose de las teorías del escocés Adam Smith, las cuales fueron utilizadas por el macrismo para dejar la economía de la Argentina y de la Provincia en una gravísima situación, de la que llevará años salir.

"No fue la mano invisible del mercado la que llevó adelante las políticas de todo tipo para dejar atrás la pandemia y no será tampoco la mano invisible del mercado la que repare las marcas que dejó la catástrofe. Es un Estado presente, sensible y protector el que está empezando a dar vuelta la historia”.

Con esa frase, el gobernador resumió, durante el discurso en la Asamblea Legislativa, su posición sobre las formas en las que se debe dar solución a los avatares económicos que castigan a nuestra Provincia, marcando una línea divisoria con su antecesora, María Eugenia Vidal.

Lejos de Smith, cerca de Keynes

Kicillof buscó establecer una diferencia con las teorías económicas utilizadas por el macrismo durante su gestión neoliberalista, que culminaron con una Provincia endeudada. El mandatario se mostró alejado de la postura de Adam Smith, quien promovía la no intervención del Estado en el mercado, ya que sostenía que este se las arreglaba solo para llegar al mejor resultado para todos.

En ese marco, Kicillof se acercó más al economista John Maynard Keynes, quien, si bien no estaba en contra del mercado en general, aprobaba la intervención estatal cuando la economía caía en una crisis.

Keynes, cuyas ideas fueron claves para levantar la economía norteamericana tras el Crack del 29, sostenía que en una crisis el mercado por sí solo no era capaz de volver a levantar la economía; era necesaria la ayuda del Estado.

En una crisis las familias no quieren o no pueden consumir, y las empresas no quieren o no pueden invertir. Si hay poco consumo e inversión, la economía cae. Para revertir esa caída de la demanda privada se necesita una mayor demanda del Estado, gastando más en obras públicas, subsidios o empleo público.

Al inyectar dinero, los beneficiarios comenzarán a gastar, estimulando nuevamente la producción, el empleo y los ingresos, en un círculo virtuoso que el británico llamaba “el multiplicador”.

Una solución global

La solución del gobernador fue la misma que se replicó en todo el mundo, ya que los gobiernos aplicaron muchísimo dinero para poner en pie la economía, haciendo caso a la teoría keynesiana, por la cual no importa demasiado en qué se gaste si esa erogación resulta eficiente o productiva. Lo que importa es poner plata en el bolsillo de la gente, pero solamente en situaciones de emergencia y por poco tiempo, porque el gasto público tiene que ser eficiente y solucionar los problemas del sector privado.

En Argentina el auxilio estatal fue el 5,3% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que el promedio mundial fue del 10,2%.

Crecimiento en pandemia

Durante su alocución, el gobernador bonaerense detalló que “la actividad económica provincial presentó en 2021 un crecimiento del 10% en relación con el año anterior, impulsado principalmente por la industria manufacturera, que registró un crecimiento del 16,2%, y por la actividad de la construcción, que acumuló un alza anual de 29%”.

“Esta recuperación económica no es algo natural ni un mero rebote de la economía. No hubiese sucedido sin la participación de un Estado presente y un gobierno que acompaña a todos los sectores productivos a través de múltiples medidas de fomento económico. Nuestra acción de gobierno se rige por un objetivo claro: proteger el trabajo y la producción bonaerense”, puntualizó.

Basta de ajustes

El mandatario provincial re­marcó que “en la provincia de Buenos Aires no hay lugar para el ajuste; después de una crisis estamos empezando a caminar y nadie tiene derecho a cortarnos las piernas”.

“Hay demasiadas heridas para reparar, deudas que atender en el terreno de lo social, proyectos para realizar, como para someter al pueblo a otra etapa de ajuste. Los bonaerenses ya hicieron suficiente sacrificio. Trabajamos para saldar la deuda, pero la deuda con el pueblo bonaerense, que es la más importante. No fueron los bonaerenses los que fueron al FMI y concedieron este crédito. El FMI tiene que entender que necesitamos instrumentos para defender al pueblo y seguir creciendo”, afirmó.

“Fueron ellos”

Finalmente, Kicillof culminó su alocución remarcando que “la ne­gociación con el FMI busca evitar una catástrofe y atenuar las lamentables consecuencias de este préstamo que fue solicitado y concedido de manera igualmente irresponsable e irregular. Más que un préstamo, fue una verdadera trampa, y de esa trampa estamos intentando salir. No puedo dejar de manifestar el repudio al macrismo y al FMI por haber dejado al pueblo argentino sometido a esta deuda impagable”.

“Que quede claro, el Frente de Todos no tuvo ni tiene nada que ver con el origen de esta deuda, ni nunca hubiera ido a golpear las puertas del FMI. Al contrario, el FdT expresa la continuidad de lo realizado por Néstor Kirchner, que en una decisión histórica se sacó de encima al FMI saldando el total de la deuda que le habían dejado”, sentenció Kicillof.

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