Paro docente: de esto no se habla

Como en un doloroso dejá vu para padres y alumnos, los maestros vuelven al paro hoy, víctimas también de una disputa entre los gremios y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires

Como en un doloroso dejá vu para padres y alumnos, los maestros vuelven al paro hoy, víctimas también de una disputa entre los gremios y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Tras el anuncio de los sindicatos, ayer la gobernadora María Eugenia Vidal afirmó sin ruborizarse que, con su propuesta, un docente promedio “pasaría a cobrar 29.183 pesos” si se sumaran el plus de capacitación, material didáctico y presentismo. Resulta que el docente promedio del que habla la mandataria bonaerense es un maestro que, para llegar a esa cifra debe hacer doble turno, con unos 70 alumnos a su cargo. Es decir, sin tiempo para prepararse, instruirse y garantizar a los estudiantes una educación que, por lo menos, les permita prepararse a la vida universitaria con una adecuada comprensión de textos. ¿Por qué? Porque con el 15% de incremento ofrecido, sin cláusula gatillo, quienes recién inician pasarían a cobrar apenas $14.375, muy por debajo de la canasta básica (valuada en $17.500). 

Está claro que hoy el maestro, ni más ni menos quien debe velar por el futuro de nuestros chicos, no percibe un salario digno que le permita cubrir una jornada simple, volver a su casa y tener tiempo para continuar perfeccionándose. 

También aseguró Vidal que trabajará “para que todas las escuelas estén abiertas [...] y los comedores van a estar funcionando”. Así, puso en palabras la escena más lamentable: que los chicos van al aula, antes que a estudiar, a buscar la comida que les falta en su hogar. 

Así, el pilar de la unión familiar, que constituye la mesa, se vacía. Los niños salen de sus casas con la dignidad herida. Y quienes deben rescatarlos de la condena intelectual tienen que peregrinar por distintas escuelas para alcanzar un salario que le gane a la inflación. Es entonces que nos preguntamos: ¿Cómo puede prosperar el país si desde la Provincia más rica se amenaza el futuro?

Es hora de que la Gobernadora y los dirigentes abandonen sus rencillas y hablen de esto: de los alumnos y maestros que son mucho más que un número.