EN FOCO

¿Provocación, cinismo, estupidez o todas juntas?

El plan de ajuste que el Presidente acordó con el FMI sigue tomando forma y esta vez lo hace con un brutal recorte a las asignaciones familiares, oficializado ayer en el Boletín Oficial

Provocación, cinismo, estupidez. Elija la palabra que quiera, la que más le guste. Cualquiera servirá para definir al Gobierno y sus políticas.

El plan de ajuste que el Presidente acordó con el FMI sigue tomando forma y esta vez lo hace con un brutal recorte a las asignaciones familiares, oficializado ayer en el Boletín Oficial.

El nuevo decreto, el 702/2018, apunta especialmente a las familias del interior del país al eliminar el régimen diferencial por zonas. 

A partir de septiembre, las asignaciones se reducirán hasta un 75% en Tierra del Fuego, Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, Neuquén y varios municipios de Buenos Aires, Formosa, Mendoza, Catamarca y Salta.

Por ejemplo, para los salarios más bajos la asignación por hijo es de $ 1.578 pero alcanzaba los $ 3.407 en determinadas provincias. Al unificarse en $ 1.578, el monto se reduce en un 54%. Para ingresos más altos, el salario por hijo es de $ 640 pero el valor diferencial podía alcanzar los $ 2.532. La diferencia, de $ 1.892, representará un 75% menos.

En el mismo sentido, la medida afecta a los trabajadores más vulnerables, al elevar el piso para acceder el beneficio de $200 a $2.816. Quienes tengan ingresos en blanco por debajo de ese monto directamente ya no cobrarán la asignación.

También elimina del beneficio a miles de empleados en relación de dependencia, al bajar el techo de ingresos para recibir la asignación: el ingreso familiar máximo será hasta $83.917. 

Esta igualación hacia abajo afectará a más de 250.000 chicos, violando la Ley de Movilidad 27.160, que en su artículo 1º establece que “en ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir una disminución del valor de la asignación”.

Pero además de tratarse de una grave afrenta a la ley, esta es la demostración cabal de la falta de ideas para proteger a los sectores bajos y medios, impidiéndoles el ascenso social y el progreso que luego redundaría en beneficios para el mercado interno. La quita o reducción de derechos en los distintos eslabones de la cadena social no hacen más que achicar el consumo. 

La receta de Cambiemos, como ya se ha advertido desde estas páginas, es tan sencilla como perversa: se apuesta a bajar la inflación mediante la recesión, enfriando más la economía, en el sentido más brutal del capitalismo. A costa del sufrimiento de todos, cercenando cada vez más posibilidades.

Puede que por este rumbo, en efecto, no quede más inflación. Puede que, de no desandar esta marcha hacia el abismo, tampoco quede nada: apenas una Argentina yerma, silenciosa y fría como el gélido corazón del Presidente. 

La guadaña también avanza sobre los jubilados

La reforma previsional que modificó el cálculo de actualización de los haberes jubilatorios. El congelamiento en la devolución del IVA y ahora, otra amenaza recae sobre los adultos mayores.

Es que, tras la publicación del decreto que elimina las “zonas diferenciales”, igualando el monto de las asignaciones familiares en todo el país y reduciendo el beneficio hasta en el 75%, se enciende otra alerta: las jubilaciones y pensiones también tienen montos diferenciales.

Un ejemplo: la ANSeS abona un plus por zona austral mensual que incrementa un 40% el monto del haber previsional de jubilados y pensionados que residen en La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Sector Antártico, Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, y algunos municipios de la Provincia. ¿Se recortará aquí también?

Por otro lado, el Gobierno meterá mano a los fondos de los jubilados que custodia la ANSeS para financiarse por hasta $ 16.000 millones. Cualquier parecido con el kirchnerismo no es coincidencia.

Ganancias y otra promesa de campaña incumplida

“En mi Gobierno, los trabajadores no van a pagar impuesto a las Ganancias”, repetía en cada spot de campaña, entrevista o debate televisivo que encarara el Presidente Mauricio Macri antes de asumir.

Pero, cuando se encamina hacia el final de su mandato, aquella promesa se aleja cada vez más. 

Ayer, el Gobierno eliminó la posibilidad de que los dos padres apliquen la deducción por hijo menor o “incapacitado para el trabajo” en el impuesto a las Ganancias. A partir de ahora, sólo uno de los dos padres podrá hacerlo o ambos podrán deducirlo, pero al 50% cada uno. La Resolución tendrá vigencia retroactiva, para todo 2018, en adelante.

De esta manera, por cada hijo que un padre deje de deducir, el impuesto aumentaría en torno a los $11.000 anuales, en los casos de la tasa máxima de ganancias del 35%. Para quienes estén alcanzados por la alícuota mínima del 9%, el impuesto se incrementaría en $ 2.830.

Esta mayor presión impositiva va en línea con el incremento de casi el 60% de personas que pagan Ganancias desde que asumió Macri. En diciembre de 2015 lo pagaban 1.175.478 trabajadores; hoy lo tributan 1.866.568.

La medida, publicada en simultáneo con la reducción en el pago de asignaciones, pone blanco sobre negro en el ajuste que encara el Gobierno: el camino hacia la reducción del déficit solo lo transitarán los trabajadores, pagando más impuestos y con menos beneficios.