El Gobernador bonaerense denunció el abandono de más de mil obras.
Este miércoles por la mañana, Axel Kicillof endureció su discurso contra Javier Milei al cuestionar el ajuste sobre jubilaciones y discapacidad, denunciar la paralización de la obra pública y calificar como “una estafa” el superávit presentado por el Ejecutivo nacional. “Es un topo ridículo que quiere destruir el Estado”, sostuvo, y pidió que en las elecciones legislativas “sea el pueblo el que le ponga un límite”.
El Gobernador destacó la unidad alcanzada dentro del peronismo y remarcó que la estrategia común apunta a defender derechos básicos ante el recorte nacional. “La manera de frenar a Milei es en las urnas, con una sola boleta”, aseguró.
En el plano económico, criticó la metodología del Gobierno para mostrar cuentas equilibradas: “Milei cuenta como superávit lo que no paga a las provincias. A Buenos Aires le debe 12 billones de pesos”.
El reclamo más fuerte giró en torno a la obra pública. Kicillof advirtió que Nación abandonó más de mil proyectos en todo el país, muchos con un 80% de avance. Exigió que, si no se van a terminar, se transfieran a la Provincia para culminarlos. Mencionó como prioritarias la Autopista Presidente Perón, rutas transversales y el dragado del Río Salado. “Es criminal: las obras se deterioran, suben los costos y los bonaerenses quedan expuestos a la inseguridad y la falta de infraestructura básica”, concluyó.