Rossi dijo que Revolución Federal es “una derivación de los neonazis”

El titular de la AFI vinculó la aparición de la agrupación a la emergencia de grupos radicalizados en el resto del mundo y lamentó que un sector de la política parezca estar “legitimando o tolerando” las acciones de la organización ultraderechista.

El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, dijo ayer que la agrupación de ultraderecha Revolución Federal (RF), que lanzó consignas violentas y amenazas contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, y otras figuras políticas, es “una derivación de los neonazis” y que un sector de la política parece estar “legitimando o tolerando” su accionar.

Rossi hizo estas declaraciones poco después de que cuatro integrantes de RF fueran liberados por disposición de la Cámara Federal de Casación Penal, tras haber sido detenidos por el delito de incitación a la violencia. La vicepresidenta y varias figuras del oficialismo reclaman que se investigue la conexión del grupo con el atentado que ella sufrió hace dos meses, cuando Fernando Sabag Montiel le apuntó a la cara con una pistola y gatilló dos veces.

“Son los extremismos violentos de derecha, que son una derivación de los neonazis, denominados aceleracionistas”, dijo Rossi en referencia a Revolución Federal. Y se mostró preocupado porque la formación de grupos radicalizados es “un fenómeno que empieza a crecer en la Argentina”.

Mientras tanto, “hay un sector de la dirigencia política que pareciese estar legitimando o tolerando ese tipo de actitudes”, lamentó el titular de la AFI.

“Acá hay un fenómeno que empieza a crecer en la Argentina (por eso nosotros presentamos la denuncia contra Revolución Federal), que son los extremismos violentos de derecha, que son una derivación de los neonazis, denominados aceleracionistas ahora, y han tenido mucho crecimiento en Estados Unidos y en Europa”, explicó Rossi. “Esa expresión empieza a crecer con algunas acciones, aquí en la Argentina, cuyas prácticas políticas no se condicen con el sistema democrático. Y hay un sector de la dirigencia política que pareciesen estar legitimando o tolerando ese tipo de actitudes”.

“Obviamente que en Estados Unidos esto apareció potenciado por Trump, lo del asalto al Capitolio tiene que ver con este tipo de grupos. En la Argentina, en cuanto al ataque a Cristina, yo hubiese esperado una condena unánime de la dirigencia política”, expuso el funcionario. Sin embargo, dijo que esa condena unánime “no existió”.

“Patricia Bullrich no condenó. La presidenta del principal partido opositor no condenó”, señaló Rossi. “Es como si (Antonio) Cafiero, el presidente del principal partido opositor, no hubiese condenado el intento de golpe de Estado en 1987 por los carapintadas contra el presidente Alfonsín. El peronismo unívocamente apoyó a Alfonsín. Y eso significó que asonadas militares con el tiempo siempre fueron de menos impacto. Monte Caseros fue menos que Semana Santa, los intentos posteriores de Seineldin tuvieron menos impactos que los anteriores”, recordó quien fuera ministro de Defensa.

En esta ocasión, “eso no existió”, puntualizó Rossi. “Lo máximo fue una sesión especial el sábado siguiente en la Cámara de Diputados. Cambiemos dio acuerdo al proyecto de declaración, pero el PRO se levantó y se fue condicionado por la declaración de su presidenta de partido”, es decir, Bullrich, añadió.

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