Deterioro del sector industrial en La Plata y alrededores

Se agudiza la crisis productiva en la región

Las variables económicas no dan tregua. Avanza el deterioro de la capacidad de producción del sector industrial en La Plata y sus alrededores. El Polo Petroquímico de Ensenada y el Astillero Río Santiago, clara muestra de una realidad en declive. El ajuste macrista hace eclosión en el sector trabajador

En una escena que personificaba las viejas épocas en que Cristina Kirchner se apersonaba en Casa de Gobierno para brindar sus extensos monólogos, ayer el presidente Mauricio Macri se rodeó de aplaudidores oficiales para lanzar una ley de empleo para facilitar el acceso a jóvenes de entre 18 y 24 años al mercado laboral.

La sin razón de esta clase de actos se da por el mero hecho de que la realidad pasa por otro lado, con una actividad económica que está a la baja y que muestra una crisis sin parangón en el sector productivo. De esto dio cuenta un informe realizado por el Centro de Economía Política (CEPA), que habla que entre enero y marzo el empleo público y privado arrojó una tendencia a la contracción en nuestro país, registrándose 141.542 despidos. 

A esto se le suma una situación angustiante por parte de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), donde los tarifazos en los servicios públicos (500% en el agua; 330% en la luz, 235% en el gas) impacta de sobremanera en su producción, que ha ido en declive y con números a la baja y muy lejos de lo esperado a comienzos de año.

La región no escapa a esta realidad, y una consecuencia de ello es lo que pasa en la región con dos sectores emblemáticos de la producción, como lo son el polo petroquímico de de Ensenada y el Astillero Río Santiago, que descansan en la inacción y con un escenario cargado de incertidumbre y escepticismo de cara al corto y mediano plazo.

Políticas de ajuste

Si se tiene en cuenta que desde la petrolera estatal las nuevas autoridades que encabeza Miguel Gutiérrez piensan lanzar un plan de despidos a nivel nacional que incluiría a 2.500 empleados, y que el Astillero sigue tan parado y sin obras, el presente no invita a ser optimistas con lo que pueda llegar a pasar laboralmente en La Plata y sus alrededores.

Esta situación lleva a que el viernes los trabajadores de YPF realicen una movilización interna en el Polo Petroquímico donde darán a las autoridades un petitorio donde elevan su voz reclamando que no haya un despido en el sector y exigiendo un aumento salarial inmediato, incremento que se les niega desde fines de marzo cuando se venció el acuerdo del año pasado.

En diálogo con Hoy, el Secretario General del SUPeH (Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburiferos), Ramón Garaza, señaló que “estamos saliendo a denunciar la política de ajuste que se viene en YPF, por lo que vamos a pedirle a la empresa a que se exprese públicamente de que no va a haber despidos ni se tocará a uno de nuestros compañeros”.

Para el dirigente sindical, “estamos en estado de alerta y empezamos a enviarle mensajes a las autoridades que no estamos dispuestos a perder ni un puesto de trabajo en la empresa. En plena renegociación de los contratos de emprendimientos y la discusión salarial en la Petroquímica, ya  estamos teniendo exigencias agregándose más puntos a las actividades normales que cumplimos con el pretexto de que así no va a haber despidos”.

“Estamos haciendo reuniones y asambleas todos los sectores en el Club Estrella y en los Bomberos Voluntarios de Berisso. Estamos efectuando reflexión con todos los compañeros pero también con un mensaje muy claro, que es que no queremos que vuelva a pasar de nuevo lo que pasó en los años ’90 con despidos masivos de compañeros”, destacó Garaza.
A pesar de que el gobierno de Cambiemos se ha cuidado mucho en las palabras para diferenciarse del menemismo y no hablar de ajustes sino de “redireccionamientos” de las políticas, todo indica que al igual que lo que pasó en los años ’90, quienes terminen pagando los platos rotos de las desacertadas políticas oficiales serán los trabajadores.

La crisis productiva que atraviesa la región no es diferente a la que vive el país en su conjunto, y lejos parece quedar el objetivo de Pobreza 0 y trabajo pleno planteado por el Jefe de Estado el día de su asunción. Nuevamente la realidad, como en tantos otros casos, no hace más que pegarle una fuerte cachetada a la visión oficial.


Números rojos

La llegada de Mauricio Macri al poder sumergió a buen número de la población en una enorme esperanza de cambio. La salida del cepo cambiario, el tarifazo, la devaluación de la moneda y el aumento en los precios de la canasta básica, hizo que la situación no mejorara y se agravara el presente de millones de argentinos.
Esto se ve en el marco laboral, donde diversos estudios muestran la caída en el nivel de empleo y el incremento de despidos a lo largo y ancho del país. Un informe realizado por el Centro de Economía Política (CEPA), muestra que en el primer trimestre del 2016 se registraron 141.542 despidos, a la vez que hubo una disminución de 10 puntos del poder adquisitivo del Salario Mínimo Vital y Móvil.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió a través de un estudio que son más de 120.000 los puestos de trabajo perdidos en lo que va del año; mientras que desde el universo sindical, ATE habla de 140.000 cesantías en el universo público y privado.

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