Aerolíneas, un vuelo al pasado y al amargo recuerdo de la privatización

Con la media sanción de la Ley Bases, el sector aeronáutico salió a defender a la empresa estatal y remarcaron la importancia de que la firma no vuelva a estar en manos de privados. Al respecto, el pro secretario del Interior de la Asociación de Personal Aeronáutico, Juan Pablo Armanino, analizó el posible impacto de la medida y sus efectos.

En la mañana del martes, los diputados y diputadas de la Nación le dieron media sanción al proyecto de la Ley Bases, el cual está compuesto por un buen número de artículos, entre los que se encuentra uno específico que habilita la privatización de empresas que actualmente son de administración estatal.

Si bien son varias las firmas que podrían pasar a manos de privados si la Ley Bases logra avanzar en el Senado de la Nación, el foco se posó principalmente en la situación de Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera que fue estatizada en el año 2008, durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

La posible privatización de esta empresa es un tema que viene estando en la agenda política desde antes de las elecciones en las que ganó Javier Milei, ya que los distintos sectores del peronismo venían advirtiendo sobre esta posible medida y el impacto económico que podría generar esto para Argentina.

Sin ir más lejos, quien habló en noviembre, luego de conocer el resultado del Balotaje, fue el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, quien sostuvo que Aerolíneas Argentinas “es de todos los argentinos” y resaltó el “desempeño” de sus empleados y “el aporte económico” que genera al país.

“Aerolíneas no es de los sindicatos, ni de La Cámpora, es de todos los argentinos. Si la auditan van a ver que es una compañía súper profesional y que trae importantes aportes económicos al país”, expresó Biró.

Esto sucedió tras los dichos de Milei, sobre que iba a dejar la empresa “en manos de sus trabajadores”. Sobre esto, el secretario de APLA señaló que “no hay piloto que no trabaje”, que “los buenos números de Aerolíneas son gracias a cada trabajador que se rompe el alma” y que goza de un “nivel de reconocimiento a nivel mundial porque siendo una compañía pública funciona muy bien”.

“No sé si el plan de privatizar Aerolíneas Argentinas es viable. Cuando estén las autoridades designadas nos vamos a sentar a decir lo nuestro, vamos a integrar la mesa de diálogo”, refirió Biró, quien, de todas formas, se mostró abierto a entablar comunicaciones con las nuevas autoridades tras la asunción.

En tanto, esta defensa del dirigente mencionado y de otras personas fue respaldada por los números de la empresa registrados al cierre del año pasado, cuando se informó que la empresa alcanzó el equilibrio financiero por primera vez desde 2008, cuando el Estado Nacional recuperó el control de la línea área.

En un comunicado, la compañía señaló que ha venido reduciendo significativamente su déficit desde que, en 2019, alcanzara los US$667 millones, mientras que, durante 2020 y 2021, los dos años de pandemia, se situó en US$654 y US$439 millones, respectivamente, mientras que en 2022 se redujo a US$ 246 millones.

Por otro lado, precisaron que en agosto de 2023 se presentó un balance semestral con un déficit de US$48 millones, lo que significó una reducción del 61 % comparado con el mismo período de 2022 y, a su vez, una baja del 80 % respecto al mismo período de 2019. Tanto en este caso como en los anteriores, los ejercicios contables fueron auditados por la Auditoria General de la Nación y por la consultora internacional KPMG.

En ese aspecto, el titular de Aerolíneas, Pablo Ceriani, expresó: “Hemos mejorado los resultados año a año, incluso con la mayor crisis global en la historia de la aviación de por medio. Tenemos una empresa más eficiente, que genera ingresos directos e indirectos que benefician a todos. Y lo hicimos abriendo nuevas rutas, volando más e incorporando nuevas unidades de negocios”.

Desde adentro

Ahora, con la posibilidad de la privatización aún más cercana, quien habló con la prensa fue el pro secretario del Interior de la Asociación de Personal Aeronáutico, Juan Pablo Armanino, quien declaró que “están en una permanente lucha”, ya que en caso de que se privatice la Aerolíneas “van a desconectar por lo menos a 15 provincias”, entre ellas Formosa, Chaco, La Rioja, Catamarca.

Además explica que, por más que no sean rentables, ellos se encargan de llevar medicamentos, sangre, órganos porque viajan a diario.

“Esta empresa le genera 6.600 millones de dólares por año al P.B.I. de la República Argentina”, afirmó Juan Pablo. A su vez, recalcó que ellos son los responsables de trasladar a los diputados y senadores cuando tienen que sesionar en el Congreso de la Nación: “Lo que están haciendo es muy grave pero todavía hay tiempo de enmedar este error que es uno de los más grandes que se haya visto en los últimos 30 años”.

Por otro lado, dijo que son 100 la cantidad de personas que trabajan para Aerolíneas Argentinas en Salta, pero remarcó el trabajo que genera a taxistas, hoteles, agencias de turismo, entre otros. “Hoy el 37 % de los vuelos en Salta no se cumplen porque se bajó la programación”.

A su vez, también dialogó con la prensa fue la delegada general de la Asociación del Personal Aeronáutico en Santiago del Estero, quien acusó: “No solo nos quieren privatizar, sino que con esta ley perdemos derechos laborales y quedamos en total desventaja con la patronal”.

No obstante, avisó que no dejarán de mantenerse en “estado de alerta y movilización en defensa de nuestra aerolínea y los puestos de trabajo”.

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