Provincia

Tragamonedas: reconocen que no se aplicaban controles

Al justificar la anulación del convenio, desde el gobierno bonaerense calificaron que el cuestionado control sobre las 24 mil máquinas que realizaba la Universidad de La Plata desde 2002 era “oneroso, inoperante y sospechoso”. También revelaron que UNLP recibía más de $36 millones

El gobierno bonaerense explicó ayer las razones por las que rompió el convenio que mantenía el Instituto Provincial de Loterías  y Casinos (IPLYC) con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el que se mantenía desde el 2002 por el supuesto control de las máquinas tragamonedas.

El presidente del organismo provincial, el IPLYC, Eugenio López Melitón, detalló que el acuerdo caducó, como lo había anticipado el diario Hoy en febrero pasado, debido a tener que pagar una onerosa suma por un ineficaz control de los 24 mil tragamonedas distribuidos en el territorio bonaerense.

"El motivo de la ruptura se debe a diversas razones, exponiendo en primer lugar una suma tremendamente onerosa y sospechosa de los fondos mensuales que el Instituto pagaba a la Universidad que solamente en el año 2015 generó un gasto que ascendió a 36.365.671,84 de pesos. El trabajo que esta entidad realizaba, alegando normas y procedimientos que nunca fueron requeridos ni fiscalizados por el personal idóneo del Instituto, no representaba control, ni era de sustento para el verdadero trabajo que se debe realizar en el control de las máquinas tragamonedas que operan en la Provincia de Buenos Aires", aseveró el presidente de Loterías.

Además agregó que a días de haber asumido como Presidente del Instituto mantuvo tres reuniones con los responsables de la UNLP, junto con el Director Provincial de Juegos y Explotación y el Director de Sistemas del Instituto, "comprobando que el trabajo no tenía relación alguna con el verdadero sistema que la Provincia necesita para auditar y controlar los sistemas de las máquinas tragamonedas".

López indicó además que "con antelación al 10 de diciembre del año pasado no se registraron inspecciones de manera espontánea y sin aviso para controlar de manera aleatoria las máquinas operando en los 46 bingos de la Provincia. Al día de la fecha nuestra administración ya realizó 57 inspecciones sin aviso y en horarios diferentes para controlar ‘in situ’ cada una de las máquinas".

 "Quiero por tanto testificar que el convenio finiquitado con la UNLP, no solamente resultaba inoperante como sistema de control, sino que era por demás ‘oneroso’”, insistió López.

El convenio firmado en 2002 se trató de un servicio de la UNLP muy cuestionado, el que no tuvo control, con ingresos millonarios y muchos puntos oscuros. De todas maneras, la decisión del gobierno de María Eugenia Vidal abre interrogantes, ya que existen sospechas de que el negocio del control de las máquinitas podría quedar en manos de empresas amigas del poder.

EN FOCO

Hay que estatizar el juego

Un dato que resulta llamativo es que la gobernadora María Eugenia Vidal ha manifestado públicamente que tiene intenciones de transparentar el negocio del juego en la Provincia y, al mismo tiempo, puso como vicepresidente del Instituto de Loterías a Jorge “Piedrita” Rodríguez, quien estuvo al frente de ese organismo durante gran parte del gobierno de Daniel Scioli.

“Piedrita” fue el que instrumentó la renovación automática de licencias a bingueros bonaerenses, sin llamado a licitación, y también avaló que el parque de tragamonedas bonaerense creciera de forma descontrolada.

En un país que tiene casi 13,5 millones de pobres, y en momentos en que se debe recuperar la cultura del trabajo desde la Provincia no controlan el oscuro negocio del juego que se alimentará –principalmente- de los recursos de los más humildes. Tal como lo dijimos numerosas veces en el diario Hoy: para terminar con estos negociados las tragomendas deben ser estatizadas. Esta medida podría aportar los fondos que hacen faltan para cubrir algunas de las necesidades más urgentes.

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