Absolvieron al único acusado por el doble crimen de dos mujeres en Brandsen

Los peritajes determinaron que el ADN de Alberto Padrón no coincide con las muestras de sangre halladas en la escena del crimen. Se sospecha de un triángulo amoroso

El Tribunal Oral en lo Criminal n°3 de La Plata absolvió a Alberto Ismael Padrón, quien había llegado a juicio acusado por el doble crimen a Fernanda Fiordelli (43) y a su madre, María Luisa Legarreta (80), en agosto de 2017 en una vivienda de la vecina localidad bonaerense de Brandsen.

Según la reconstrucción que realizó el juez Andrés Vitali, en base a las pruebas expuestas en el debate oral, las agresiones a las víctimas “fueron efectuadas 36 horas antes del 11 de agosto del 2017, contados a partir de las 09.30 en que comenzó la operación a autopsia”. Es decir que las mismas no ocurrieron el 7 de agosto, cuando una de las víctimas y el acusado habrían realizado un viaje.

“Legarreta recibió múltiples heridas a nivel del cuello, que penetraron en la vía aérea y seccionaron vasos sanguíneos circundantes” entre otras lesiones que le provocaron la muerte. En tanto, su hija “sufrió una lesión profunda y penetrante” en órganos vitales, por lo cual falleció mientras intentaba defenderse de su agresor.

“Las muertes tuvieron lugar entre las 19.15 del 9 de agosto y las 00.15 del día siguiente”, indicó el magistrado, a cuyo voto adhirieron Ernesto Domenech y Juan Carlos Bruni.

Asimismo, el juez explicó que “tampoco poseen relevancia los hallazgos de distintos cuerpos sanguíneos en las zapatillas del acusado, encontrados en su domicilio, porque la pericia de ADN determinó que no se pudo vincular a Padrón con las muestras procesadas” del picaporte de la puerta principal, del baño y de la hoja de la cuchilla que se habría usado para terminar con la vida de las víctimas.

Triángulo amoroso

“Lo cierto es que dos perfiles distintos fueron encontrados en la sangre relevada en el lugar del hecho y ninguno de ellos correspondía a Padrón”, sostuvo Vitali, lo cual indica que el verdadero asesino sigue en libertad. Asimismo, el dinero hallado en la campera del acusado era un préstamo de una de las damnificadas.

De acuerdo con el análisis del magistrado, había una relación amorosa entre Segundo Guerrero, de profesión constructor, y Fiordelli. Por ello, la esposa de éste, Sonia Gervasio, le había pintado la casa a la víctima además de enviarle mensajes amenazándola. “No me resulta creíble que ni siquiera hubiese podido estar anoticiado de la restricción perimetral que tenía, sino al momento de ser aprehendido”, indicó.

En la misma línea, el juez explicó que tampoco le resulta creíble que Guerrero “desconociese por completo que su esposa era la que amenazaba a la víctima, al enterarse de la relación extramatrimonial que él mantenía con la misma, máxime cuando fue desde su teléfono celular que se cruzaron llamados comprometedores, conforme él mismo lo reconoció”.

El constructor “sostuvo que había ocultado este vínculo a su mujer, que se trataba de una mentira piadosa”, recordó Vitali. En este marco, señaló que “se hallaron dos personas muertas, una de las cuales (el constructor) había mantenido una relación amorosa”.

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