Apuntaron a clientes y empleados de una verdulería de Barrio Norte

El robo fue perpetrado por dos motochorros, que escaparon con billeteras, celulares y la recaudación de la caja. La dueña ya pensó en cerrar el comercio 

Los delincuentes protagonizaron un violento robo en una verdulería de Barrio Norte, uno de los sitios más golpeados por la inseguridad en los últimos tiempos. Por lo que refirieron fuentes policiales y la propia víctima, los maleantes ingresaron al lugar y, armados con una pistola, apuntaron a la dueña y a los clientes para quitarles su dinero y objetos personales, además de llevarse la recaudación que había en la caja registradora. 

El episodio tuvo lugar el miércoles en el local emplazado en la esquina de 15 y 36, donde los cacos llegaron en una motocicleta. De inmediato expresaron sus verdaderas intenciones y levantaron sus armas hacia todos los presentes. 

La propietaria del lugar aceptó dialogar con este medio e, indignada, contó que “después de lo que me pasó, ya me da miedo trabajar. En 2015 quise cerrar la verdulería, porque no puede ser que vivamos para trabajar para los ladrones. Estamos todo el día metidos acá adentro, no hay horario para robar”. Contó que si bien hacía más de un año que no la asaltaban y “venía tranquila”, no fue la primera vez. De hecho, la última ocasión había sido “un domingo a las 12.30. Llegó un auto, se bajó una persona y yo creí que venía a comprar. Pero no. Entró con un revólver, cuando había clientes, y nos sacó todo”. 

No se conformaban 

Sobre el ilícito que sufrió el miércoles, puntualizó: “Nos obligaron a meternos adentro y nos sacaron las billeteras y los celulares. No pudimos hacer nada porque nos encañonaron”.

Pese a que se apoderaron de todo el dinero de los allí reunidos, parecían no conformarse y exigían más. De esta manera, tomaron también lo que había en la caja registradora y terminaron huyendo con una suma cercana a los 2.000 pesos.

“No se puede vivir más así y hay que agradecer que no nos golpearan ni nos mataran, como suele ocurrir. La Policía dice que no hay patrulleros, que solo hay dos móviles y que no dan abasto. Dicen que el gasoil no les alcanza. Parece mentira”.

Agentes de la comisaría Segunda analizan lo sucedido para poder dar con los responsables, quienes escaparon con rumbo desconocido y, hasta el cierre de esta edición, permanecían en la clandestinidad.

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