Confirman la condena de 22 años a Lagostena por el crimen de Érica Soriano

A casi 11 años del hecho, la Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazó por "inadmisible" un recurso extraordinario federal presentado por la defensa.

La Suprema Corte de Justicia bonaerense dejó firme la condena de 22 años de prisión de Daniel Lagostena por el crimen de su pareja, Érica Soriano, quien desapareció el 20 de agosto de 2010 en el partido de Lanús y su cuerpo nunca pudo ser hallado, informaron hoy fuentes judiciales.

A casi 11 años del hecho, el máximo Tribunal de Justicia de la provincia de Buenos Aires rechazó por "inadmisible" un recurso extraordinario federal presentado por la defensa de Lagostena, a cargo de Norberto Oneto.

El defensor acudió a esa instancia luego de que la Sala I del Tribunal de Casación bonaerense dejara el año pasado firme la sentencia dictada en julio de 2018 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora, que le había atribuido al condenado el delito de "homicidio en concurso ideal con aborto", ya que Soriano estaba embarazada al momento del crimen.

En la investigación se acreditó que el 20 de agosto de 2010, Lagostena y Érica (30), tras visitar a un ginecólogo en Capital Federal, se dirigieron a su domicilio en Lanús, donde ya se encontraba una persona no identificada hasta ahora que utilizó el teléfono de línea para llamar a una pizzería a las 22.01.

Se estableció que a las 22.13 Érica habló con una amiga, quien luego declaró que se dio cuenta de que en el viaje iba manteniendo una pelea con Lagostena.

Tras la desaparición de la mujer, los peritos que buscaron rastros en la casa de la pareja hallaron la chimenea caliente, pese a que ese día hacía 24 grados, y restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que Lagostena quemó allí la ropa de Érica.

En mayo de 2016, quedó detenido por el crimen y durante el juicio oral aseguró que su relación con la víctima era "normal y buena", a pesar de que varios testigos dieron cuenta del "maltrato psicológico que sufría Érica Soriano por parte de Lagostena, quien controlaba cómo se vestía, el maquillaje que utilizaba, el uso del teléfono celular, los lugares a los que concurría y con quién lo hacía, y los boletos de colectivo para verificar sus horarios". 

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