Además, varias prendas de los acusados tenían manchas de sangre correspondientes con el perfil de la víctima.
El dedo meñique izquierdo de la mano de Fernando Báez Sosa tenía rastros de ADN compatibles con perfil genético de Blas Cinalli, uno de los ocho imputados del crimen cometido la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, según declaró este miércoles en el juicio por el caso el perito que llevó adelante el análisis comparativo.
César Guida también precisó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, que cerca de una decena de prendas de los acusados tenían manchas de sangre correspondientes con el perfil de la víctima, entre ellas las zapatillas pertenecientes a Máximo Thomsen y una camisa de Matías Benicelli.
Previamente declararon las peritos que realizaron la extracción y análisis de los rastros hallados en las prendas de los ocho jóvenes acusados.
Según indicó ante tribunal Graciela Noemi Parodi, efectivo de la Policía Científica, ambos calzados, marca Cyclone usados por Thomsen aquella madrugada, presentaban "presunto tejido humano".
Parodi fue la primera testigo de la octava jornada debate que se le sigue a los ocho rugbiers imputados, y tras el inicio de la audiencia con cerca de dos horas de demora en el primer piso de los tribunales de Dolores, repasó cómo fue el trabajo de extracción de muestras de rastros realizado sobre cerca de cien prendas secuestradas a los acusados y también de la víctima.
Luego fue el turno de Norma Beatriz Tramontini, del Laboratorio Químico de la Policía Departamental de Dolores, quien detalló,que más de 30 de las muestras analizadas sobre esas extracciones y también sobre rastros obtenidos en el lugar del crimen arrojaron resultados positivos para sangre humana.