Estaban apartados pero gozando de sueldo. Ahora fueron exonerados y no podrán volver a ser agentes. La causa, recaratulada como “homicidio”, sigue su curso.
A poco más de un año del crimen en Tolosa de Héctor “Lito” Costilla, un joven de 28 años, padre de cinco hijos, que fue golpeado por agentes policiales, finalmente expulsaron de la fuerza a los tres agentes involucrados, que continúan siendo investigados por la Justicia platense.
El martes se conoció que Asuntos Internos de la Policía Bonaerense echó a los uniformados, que ya no podrán volver a formar parte de la fuerza. Daiana, hermana de la víctima, contó a este multimedio que desde que sucedió el hecho los tres acusados eran investigados por un proceso administrativo interno y, si bien no asistían a sus funciones por estar apartados, disponían todavía de sus sueldos. Ahora, tras la resolución, fueron exonerados y no podrán volver a ejercer la profesión.
“Todos los procesos son lentos, administrativos y judiciales, pero hoy vemos que nada de esta lucha es en vano, no vamos a parar hasta que estén presos”, expresó la joven. Mientras, la causa sigue avanzando y en septiembre del año pasado el nuevo fiscal que analiza lo sucedido, Juan Cruz Condomi Alcorta, cambió la caratula de “muerte por accidente” a “homicidio”, y ordenó ampliar la autopsia porque “consideran que Lito caminó o corrieron su cuerpo”.
Un asesinato cobarde
Todo tuvo lugar el 7 de octubre de 2020, cuando el muchacho salió de un festejo y enfiló en su moto rumbo a su casa. En el trayecto comenzó a ser perseguido por tres policías motorizados y, de acuerdo al testimonio de estos (Damián Aquino, Mauricio Rodríguez Medina y Sergio Martínez), Lito agarró a alta velocidad un pozo en 524 entre 120 y 121, cayó y su cuerpo impactó contra un poste, perdiendo la vida prácticamente en el acto.
Sin embargo, las pericias contradecían esta versión, además de que hay grabaciones de las cámaras de seguridad donde se ve a los numerarios persiguiendo a Costilla. En diálogo exclusivo con diario Hoy, Daiana había contado en su momento: “Los peritos desmintieron que fuera rápido y dijeron que iba 20 o 30 kilómetros por hora y que hubo una fuerza externa y contundente que hizo separar el cuerpo de la moto”.
Indicó que “no coincide” cómo quedó el cadáver con el rodado de haberse tratado de un accidente. “Para que el cuerpo haya quedado así tuvo que haber caminado o tuvieron que correrlo y acomodarlo como estaba. Quedó a siete metros de la moto de la moto y, si venía a 30 km/h es imposible que volara tan lejos. Tenía las costillas derechas fracturadas y él estaba desparramado en posición fetal del lado izquierdo. Si voló y fue un golpe seco el que lo mató es inexplicable que se haya roto las costillas derechas y no las izquierdas, con las que cayó”, expuso y luego agregó: “La ropa estaba intacta, como si nunca hubiera tenido un accidente y, si rodó, se supone que debía estar rasgada. Tenía el tabique fracturado pero el tapaboca intacto. ¿Pudo haber golpeado con el asfalto y que el tapaboca no se moviera?”.
Por último, la familia dijo: “Hay un testigo que vio cuando una moto policial se puso atrás de la de mi hermano y otra al costado. Desde esta última le pegaron una patada, creemos que en las costillas. Se agarró por el dolor, soltando el volante. Se cayó, hizo unos pasos y le pegaron con la tonfa o la escopeta en la cabeza, con lo que lo terminaron de matar. Por eso caminó y el cuerpo no coincide donde estaba la moto”.