Encuentran muerto a joven que denunció violencia institucional
El hombre de 27 años fue hallado muerto en su celda, tras ahorcarse con una sábana. Investigan a la policía del lugar por posible asesinato.
Un hombre que en 2010 había sido un testigo clave en el juicio en el que fueron condenados efectivos de la Policía de Río Negro por casos de violencia institucional, fue encontrado hoy muerto en una comisaría de esa ciudad luego de haber sido detenido supuestamente por poseer documentación falsa, informaron hoy fuentes policiales.
Se trata de Fabián Eduardo Gallardo (27), quien había sido detenido cerca de las 7.30 de la mañana del lunes en la intersección de las calles Palacios y Albarracín, de Bariloche, por policías que llegaron hasta allí por una denuncia por el robo de un teléfono celular. Si bien en la requisa no encontraron el celular, lo aprehendieron porque supuestamente poseía documentación que no le pertenecía.
Los policías lo llevaron a la seccional y lo alojaron en una celda junto a otro detenido, pero luego quedó solo y horas más tarde fue encontrado muerto.
El fiscal de la causa, Guillermo Lista, ordenó la realización de la autopsia y le encomendó todos los peritajes a expertos de la Policía Federal, dado que el hecho ocurrió en dependencias de la Policía de Rio Negro. El fiscal Lista también secuestró las imágenes de video surgidas de las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas en el hall y los pasillos de las celdas de la comisaria.
En junio de 2010 cuando tenía apenas 15 años, Gallardo había sido uno de los adolescentes heridos por la represión policial durante una manifestación realizada por vecinos por la muerte de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, tras el caso de gatillo fácil contra Diego Bonefoi.
En aquel caso, Gallardo fue un testigo relevante en la causa que incluyó a altos oficiales y exjefes policiales, todos ellos condenados en un juicio oral pero que permanecen en libertad porque el fallo aún no está firme.
Durante estos años, tanto la víctima como sus familiares denunciaron en reiteradas oportunidades amenazas por parte de la fuerza policial. A tal punto de apuntarle con un arma y advertirle que de continuar con la denuncia, sería "boleta".