Crimen del estudiante de la UNLP: capturaron a dos sospechosos, uno de 16 años

El otro tiene 24 y ambos fueron detenidos tras una investigación y una serie de allanamientos. Cayeron en la zona donde se cometió el homicidio.

Tres días después de haber matado a un estudiante de 22 años de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en el marco de un bestial asalto que tuvo lugar cuando la víctima esperaba el micro para ir a rendir un examen, dos sospechosos fueron demorados en las últimas horas, y uno de ellos es menor de edad.

Fuentes policiales y judiciales indicaron que las capturas de los presuntos homicidas, que tienen 24 y 16 años, fueron materializadas por numerarios de la comisaría Segunda de Bernal, donde ocurrió el lamentable crimen, que llegaron hasta ellos gracias a una serie de tareas de investigación.

“Al existir un menor de edad involucrado, se le dio intervención al Fuero de Responsabilidad Penal y Juvenil, que entabló comunicación con la UFI 2 del Departamento Judicial de Quilmes”, contó un portavoz.

En las próximas horas, ambos serán indagados por el delito de “homicidio agravado por la participación de un menor”, aunque se presume que se negarán a declarar y continuarán tras las rejas.

Manifestación

Tal como informó oportunamente este diario en sus ediciones anteriores, Carlos Enrique Sánchez Paredes, que estudiaba en la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UNLP, fue abordado por dos cacos el sábado a las 6 cuando llegaba a la parada de colectivos de Falucho y Misiones, en Bernal Oeste, partido de Quilmes.

Estos lo golpearon en la cabeza con un caño, le quitaron su celular, su mochila y unas carpetas, y con ese botín escaparon con rumbo desconocido. La víctima cayó malherida al piso y fue su madre quien lo encontró.

La hermana de Carlos indicó que él y su progenitora siempre hablaban cuando él se iba a tomar el micro, comunicación que esta vez no tuvo lugar. “Mi mamá esperó un rato, lo llamó por teléfono, pero no contestaba y tampoco respondía los mensajes, algo raro en él. Entonces fue a hacer el recorrido, a ver si lo encontraba”, dijo.

Y agregó: “Lo vio tirado en el piso y empezó a gritar pidiendo ayuda. Después vino corriendo a casa, nos llamó, pateaba la puerta. Yo salí corriendo y mi hermanito estaba en el piso. Lo toqué y estaba calentito. Le puse mi dedo para ver la respiración y no la sentía. Pensé que estaba muy nerviosa y que era por eso, pero no”.

Si bien fue trasladado por un vecino en su auto particular hasta el hospital de Wilde, llegó sin vida y nada se pudo hacer por él debido a las graves lesiones en la zona craneal. “Había llegado sin signos vitales, con las pupilas dilatadas y no reaccionaba a la luz. Mi mamá me llamó desesperada diciéndome que él estaba muerto, no lo podía creer”, culminó Andrea, la hermana.

Ante el conocimiento del hecho, compañeros, familiares y allegados lo despidieron en redes sociales y pidieron justicia: “Una noticia muy triste. Carlitos, como lo conocíamos la mayoría, tenía 22 años, estudiaba y trabajaba. Era un buen compañero, siempre estaba predispuesto en el trabajo. Era amable y sencillo. Justicia para él”.

En tanto, su tía escribió: “Es difícil asimilar tu injusta partida, mi querido sobrino, mi Carlitos. Nos dejás destrozado el corazón. Descansá en paz. Dios te tenga en su santa gloria. Ahora estás con tus abuelos”.

Por último, ayer a la tardecita amigos y hasta compañeros que viajaron desde La Plata se concentraron en Bernal, donde llevaron a cabo una marcha en medio del dolor, con un fuerte pedido de justicia.

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