Crimen y descuartizamiento de Pérez Algaba: semana clave

Uno de los detenidos declarará ante el fiscal de la causa, donde pretenderá desacreditar a otro de los imputados. A la víctima la mataron de dos tiros por la espalda.

Maximiliano Ezequiel Pilepich, el principal acusado de haber asesinado al empresario Fernando Pérez Algaba (41), cuyo cuerpo apareció descuartizado en julio dentro de una valija en un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, ampliará mañana su indagatoria. Se espera que realice una extensa declaración en la que intentará desacreditar la versión de otro de los imputados por el homicidio.

“La declaración va a ser extensa y contará la verdad. Dará que hablar y un vuelco a las falacias de (Nahuel) Vargas”, explicó una fuente. El exsocio de la víctima fue detenido el 16 de agosto en una vivienda de Paso del Rey, en Moreno, y se había negado a declarar ante el fiscal.

Pilepich está acusado del delito de “homicidio cuádruplemente agravado por el uso de arma, alevosía, codicia y el concurso premeditado de dos o más personas”, el cual prevé la pena de prisión perpetua.

En su indagatoria, Vargas, otro de los ocho capturados en la causa, señaló a Pilepich como quien le disparó a “Lechuga” dos disparos por la espalda mientras cambiaba unas “lamparitas” en una de las oficinas que habían sido montadas en el establecimiento inmobiliario “Renacer”, de General Rodríguez, y que esa construcción fue demolida tras el crimen para “tapar” el hecho.

La autopsia determinó que el damnificado recibió dos balazos por la espalda y que el descuartizamiento se concretó cuando ya estaba fallecido.

Capturas de pantalla con una menor

Además, afirmó que, tras el crimen, el autor de los disparos le dijo: “Ya está, no aguantaba más, hay límites”, con referencia a las exigencias de una deuda por parte de Pérez Algaba de unos 150.000 dólares y que lo extorsionaba.

Vargas agregó que, además del tema económico, “Maxi (por Pilepich) estaba enojado porque Fernando había agregado al Instagram a su hija de 13 años, le escribía, y luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba para provocarlo”.

Por su parte, Luis Contrera, también imputado y detenido en la causa, sostuvo en su indagatoria que la madrugada del 19 de julio Pilepich y Vargas llegaron en dos autos a su casa de Ingeniero Budge con el cadáver ya descuartizado y embolsado de la víctima y le ofrecieron dinero para que se deshiciera del mismo.

El fiscal estableció que Pilepich citó a Pérez Algaba para encontrarse en el predio “Renacer”, quien llegó junto a Vargas en una camioneta. Según la pesquisa, “Lechuga” iba a cobrar una deuda de 50.000 dólares relacionada con Pilepich, quien llegó al lugar a bordo de otra camioneta.

Pilepich, al igual que Vargas, había declarado en un primer momento como testigo. Ambos coincidieron que Pérez Algaba luego de recibir el dinero adeudado se había quedado solo en el predio a la espera de alguien que lo iba a pasar a buscar.

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