Horror: desvalijaron a una familia y le envenenaron al perro
El hecho ocurrió en 73 entre 115 y 116.
Villa ElviraLos frentistas de la localidad del norte platense, incendiada por la inseguridad, no salen de su asombro, ya que solo estuvo tres meses.
24/05/2021 - 00:00hs
Apenas tres meses le duró el comisario a City Bell, una de las zonas más castigadas de la región en materia de inseguridad. En las últimas horas fue removido de su cargo, tras un cúmulo de violentos robos que quedaron impunes y en el medio de una feroz discusión con varios de los vecinos del área, que se quejaron de su maltrato y su violencia al hablar.
Daniel Garay no dejó una buena impresión en los frentistas de la localidad del norte platense. En medio de una ola de malestar que se agigantaba jornada a jornada, sobre todo con la proliferación de asaltos en distintas calles y a cualquier momento del día, desde la cúpula policial decidieron removerlo. Quien se hizo cargo de la seccional Segunda, emplazada en Barrio Norte, es Alejandro Vicelli tras relevar a Gustavo Vilela.
“Son movimientos que no ayudan para nada, porque los enojos siguen estando. Tal vez sirva para calmar un poco las aguas, en este caso en City Bell”, le contó a Trama Urbana un calificado vocero.
Pero las aguas en City Bell no bajaron y sus habitantes se volcaron a las redes sociales para mostrar su profundo malestar.
Un referente del área, que participó de las 18 marchas que ya se llevaron a cabo en ese sitio en lo que va del año, indicó: “Cambian los títeres pero el hilo sigue siendo el mismo”.
Otros dijeron: “No nos queda otra que el comité de seguridad vecinal, sin Policía ni oficialismo ni oposición. La cana juega para los chorros y la recaudación para la política y la superioridad. No seamos ingenuos, lo que hagamos no es inocuo”.
“Era sabido (que iban a correr a Garay). Un vecino contó que, cuando hablo con él, además de hablar de muy mala manera, le dijo que acá estaba de paso”. En ese mismo sentido, una mujer expuso: “Sufrí en primera persona la violencia de ese comisario”.
“Recaudadores”
“Con esas purgas nos van entreteniendo mientras todo sigue (para peor)”. “¿Otra vez? No llegamos ni a conocerlo que ya lo cambian”. Esas fueron otras dos quejas, mientras que varios hicieron hincapié en la corrupción policial.
“Todos los comisarios tienen que recaudar un determinado dinero por mes, no le busquen muchas explicaciones. Todos los que están ahí necesitan recaudar y mucho de ello sale de las drogas, los robos. Es muy triste todo pero difícilmente veamos algún día una solución”, explicó uno. Y otro sentenció: “Los comisarios son recaudadores y las comisarías se compran, tienen precio”.
Con un dejo de comicidad, un vecino apuntó: “El día que haya un comisario honesto en City Bell cambiamos las estatuas de las plazas por la de él”. A lo que otro le respondió: “No lo va a haber, ¿acaso creés que los que llegan a comisario es por su buen comportamiento y desempeño? La mayoría no llegan así”.
Tierra de ladrones
Lo cierto es que el nuevo mandamás de la comisaría Décima es Christian López Avero, policía que, a diferencia de varios titulares de la región, es de La Plata y, por ende, conoce sus calles y su coyuntura.
Deberá lidiar con una localidad incendiada en materia de seguridad, donde se registran a diario terribles entraderas, asaltos callejeros y un sinfín de escruches, tanto en comercios como en casas. Los pocos uniformados que se ven están en determinadas esquinas de la céntrica calle Cantilo, en grupos de dos y charlando. “No recorren la zona”, aseveró un vecino, y añadió: “Se quedan parados, hablando y con sus celulares. Y solo en Cantilo. No ves policías en otro lado ni de casualidad. Esta gestión, más que las otras, es nefasta”.
Los frentistas del área, desesperados por la situación, comenzaron a reunirse todos los jueves, a las 18, para exigir seguridad y mayor patrullaje. Los últimos encuentros, de los 18 que ya acumulan, los realizaron en caravanas de autos, con el fin de no juntarse los unos con los otros debido al coronavirus. El punto de partida es la plaza San Martín, para terminar dando varias vueltas sobre la Belgrano, ubicada a tres cuadras de la comisaría.