Feroz robo con tiros en la distribuidora: los vecinos apuntaron contra la Policía

Los ladrones escaparon en un Fiat Uno plateado, sin patente y con características fáciles de ser ubicado, pero no los encontraron. “Raro, ¿no? ¿O los habrán mandado a robar?”, se preguntaron los frentistas.

Continúa la conmoción por el brutal asalto que sufrió una distribuidora de bebidas en barrio Cementario, pero también se incrementaron las quejas a la Policía. Esto se debe a que todavía, y pese al tiempo transcurrido, no pudieron dar con los cinco ladrones que balearon a una de las víctimas, más allá de que se trasladaban en un coche de llamativas características.

Recordemos que, como este multimedio publicó en su edición anterior, los ladrones se dirigieron hasta el depósito ubicado en 135 entre 77 y 78, uno quedó dentro del Fiat Uno plateado y sin patente en el que llegaron y los otros ingresaron. Una vez adentro se dividieron los roles y dos de ellos fueron hasta una oficina, donde se encontraba la secretaria junto a otra persona.

Apuntándolas con arma de fuego, les exigieron la plata que creían que había, pero allí, en realidad, no había nada. “Todo duró menos de tres minutos, fue muy rápido. Yo estaba en la oficina, entraron y pensé que era una broma, no entendía. Nos dijeron que nos tiremos al piso y pidieron dinero. Revisaron mi cartera y se llevaron algo de efectivo”, contó Sabrina, una de las damnificadas.

Agregó que ahí fue cuando escucharon el disparo que provenía de otro sector y los hampones “se sobresaltan porque no se lo esperaban. Salimos de la oficina y mientras uno de ellos se quedó disparando, otro forcejeó con el dueño y el hermano. Los chicos (por los otros empleados) tiraron botellas llenas contra los delincuentes, pero uno de ellos” siguió tirando “para que liberen” a su cómplice. Cuando este se zafó, regresó al vehículo con el resto de la banda y huyeron.

Al menos dos de los cacos terminaron con serios cortes provocados por los botellazos recibidos en la cabeza, y uno, de acuerdo a los voceros, habría perdido un ojo. En tanto, el propietario del lugar culminó con un tiro en la rodilla, con orificio de entrada y salida, y justo porque logró desviar el cañón del arma al momento de salir el proyectil, ya que estaba apuntado para que le pegara en el pecho. “Me tiró a matar”, no dudó en sentenciar. Debió ser atendido en el hospital San Juan de Dios, donde se comprobó que, por fortuna, su vida no corre peligro.

Ya se vio al vehículo por esa zona

Sabrina aseguró que fue la primera vez que los asaltan de esta manera y el resto de sus compañeros, así como los vecinos del lugar, se mostraron indignados por la falta de acción policial. “Las autoridades no responden rápido, más teniendo en cuenta el tipo de auto (en el que iban los maleantes), que es fácil de identificar”.

Un frentista expuso: “Los que están mal son los que tienen que buscar a los ladrones, porque es un auto de características fáciles de localizar, no hay muchos en circulación y por la zona ya se vio en otras oportunidades. Sin embargo, no los ubicaron todavía. Es raro, ¿no? ¿O los habrán mandado ellos mismos a robar?”. Otro aseveró: “Es una zona dominada por la delincuencia, a las 19 ya guardamos todo y no salimos para nada”.

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