Indignación en los vecinos de City Bell ante el incremento de robos

Los ladrones atacan a plena luz del día y las autoridades policiales no logran capturarlos, pese a las denuncias radicadas.

Robos bajo diferentes metodologías siguen causando estragos entre los platenses, sobresaliendo en las últimas semanas la moda de desvalijar autos estacionados, que los bandidos abren a la fuerza o bien con un inhibidor de alarma.

Uno de los lugares en los que más ataques de este tipo se produjeron fue City Bell, donde los hampones llegaron a apoderarse no solo de dinero y electrodomésticos o celulares, sino también de comestibles.

Una de las últimas víctimas fue Paula, quien estacionó su camioneta Ford EcoSport en 474 entre 13A y 13B, en pleno centro de la localidad del norte platense. Cuando regresó, media hora después de hacer una serie de compras, descubrió que desconocidos le habían forzado la puerta hasta abrirla. “Sabían muy bien lo que hacían, porque desarmaron sin romper”, dijo. Y sospecha que se trató de un “robo a pedido”, porque su vehículo es modelo 2012 . “No se consiguen fácilmente algunas cosas, como el estéreo”, explicó.

Pese a que realizó la denuncia en la comisaría Décima, hasta el momento nada se sabe de los autores del hecho. “Me dijeron que en Pellegrini ya agarraron a varios con esos dispositivos que bloquean la alarma”, añadió.

También en Barrio Norte

Otra damnificada sufrió un suceso similar en calle 8 entre 474 y 476, tras dirigirse a un consultorio. Al volver, notó que le habían abierto el auto y le habían sustraído su celular y dos kilos de carne, que acababa de comprar. “Es vergonzoso, porque se aportan videos y denuncias, y la comisaría nunca puede dar con los ladrones. Posiblemente, el día que un comisario dure más de un mes se haga algo”, se lamentó un frentista, haciendo alusión a los reiterados cambios de titulares en la seccional de la localidad.

A su vez, una mujer de 58 años sufrió el mismo accionar delictivo, en Barrio Norte. Dejó su camioneta por menos de cinco minutos en avenida 13 entre 38 y 39, a plena luz del día. Ingresó a un mercado y, al salir, descubrió que hampones se habían metido en el habitáculo; le quitaron su teléfono particular y otros elementos de valor.

“Es indignante porque no podés hacer nada y ya roban a cualquier hora. No eran ni las 4 de la tarde, en una zona supertransitada. No se puede seguir viviendo así, sin seguridad. Trabajamos para los delincuentes, porque las pocas cosas que tenemos nos las sacan”, le contó a Trama Urbana la perjudicada.

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