Jubilada fue amenazada por un torturador de animales

Un hombre que tiene problemas psiquiátricos y mata perros fue denunciado por una vecina. Desde entonces, la mujer recibe constantes intimidaciones y teme por su vida 

La pesadilla de Nélida Horillo se inició dos semanas atrás, cuando vio cómo su vecino mataba a un perro, lo descuartizaba en plena calle y dejaba su cadáver embolsado frente a un almacén de calle 58 y 133, en Los Hornos.

Según explicó a este medio, la mujer fue a denunciarlo a la comisaría Tercera. Sin embargo, los oficiales que allí la atendieron dijeron conocer al acusado y sus constantes escándalos, por lo que desestimaron el reclamo. De acuerdo con la denunciante, la Policía está al tanto de que sufre de problemas psiquiátricos.

Angustiada ante la falta de accionar judicial, Nélida, enfermera de 64 años, increpó a su vecino y le aseguró que si volvía a hacer eso con un perro terminaría preso. A partir de ese momento, Gabriel, el acusado  habría amenazado con matarla, pero los días siguientes transcurrieron, tras ese episodio, en una aparente calma.

Sin embargo, el pasado viernes los hechos volvieron a precipitarse. En el momento en que Nélida pasea­ba a su perra de raza bóxer por el barrio, el sujeto volvió a increparla. El animal, alertado, intentó morderlo y el atacante se fue corriendo a su casa, para volver rápidamente con un hierro y atacar a la mujer. Ante esa situación, varios automovilistas hicieron sonar sus bocinas y, según el relato de Horillo, otro vecino amedrentó al atacante con un revólver. El hombre, reducido, juró venganza.

Rápidamente, Nélida volvió a la comisaría Tercera, radicó una denuncia contra Gabriel por amenazas de muerte y consiguió que la Fiscalía Nº 3 de La Plata le otorgara una custodia policial durante tres días (bajo la modalidad rondín), que venció el pasado lunes. Ahora, la amenazada aseguró: “No puedo salir de mi casa porque me va a matar. Estoy desesperada”.

En simultáneo, y a través de su abogado, Horillo denunció a su atacante por desequilibrios mentales ante la DDI. Según explicó, ahora el juez de Garantías, Fernando Mateos, debe decidir si autoriza pericias psiquiátricas para el imputado, con lo que quedaría recluido en un instituto. Mientras tanto, la angustia y el horror ganan terreno y recluyen a la víctima en su propia casa.

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