Ladrón desafortunado: robó una camioneta y le pegaron dos tiros

Se apoderó del vehículo en La Loma y fue perseguido por dos vigiladores privados hasta San Carlos, donde le dispararon. Uno de los proyectiles le pegó en el pecho.

Los hechos de extrema inseguridad siguen cobrando protagonismo en nuestra ciudad, con casos escalofriantes y sumamente sangrientos, todo amparado por una fuerza policial que brilla por su ausencia y deja las calles libradas a la delincuencia. En las últimas horas, un ladrón recibió dos tiros tras robar una camioneta y ser sorprendido y perseguido por personal de seguridad privada, señalaron el miércoles voceros oficiales.

De acuerdo con los portavoces, todo se inició en las calles 25 y 33 del barrio de La Loma, hasta donde llegó el repartidor de una droguería en su camioneta Peugeot Partner con el fin de entregar unos medicamentos. Junto a él, pero en otro vehículo (un Fiat Cronos), se encontraban dos vigiladores, que lo custodiaban. El empleado bajó de la unidad dejando la llave puesta y eso fue aprovechado por un solitario hampón, que aprovechó el momento, se subió al rodado y huyó con este. Sin embargo, los custodios observaron la maniobra y empezaron a perseguir al malviviente. Lo hicieron hasta la esquina de 145 y 531, ya en San Carlos, donde el caco se apeó de la camioneta y se tomó la cintura, simulando tener un arma.

De urgencia al hospital

Ante esta postura amenazante, los vigiladores extrajeron sus pistolas y efectuaron un disparo cada uno. Siempre con base en los testimonios de los pesquisas, uno de los proyectiles impactó en el antebrazo izquierdo del delincuente y el otro, debajo de la tetilla del mismo lado, dejándolo gravemente herido.

Pese a esto, el malhechor continuó la fuga corriendo, pero no llegó muy lejos, ya que, debido a la lesión, fue cercado después por efectivos de la comisaría Novena. Ya reducido, fue trasladado de urgencia hasta el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde los médicos de la guardia lo atendieron, lo estabilizaron y comprobaron que los disparos (con orificio de entrada y salida) no habían afectado órganos vitales, por lo que su vida no corría peligro. No obstante, hasta el cierre de esta edición, permanecía internado, en observación. “Está consciente y hemodinámicamente estable”, dijo una fuente.

Peritos de la Policía Científica trabajaron en la escena del hecho, recolectando evidencias para la causa, que fue caratulada como “robo en grado de tentativa” y “lesiones”.

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