Sexto ilícito en el año a una escuela: “No sabemos qué más hacer”

Se trata de la primaria nº 35 de Arana. La comunidad educativa se reunió para organizarse contra los numerosos asaltos. El delincuente fue entregado a la Policía por su madre

En la vereda de la escuela nº35 Lisandro Alem de Arana, ubicada en 90 y 150, donde también funciona un comedor, un grupo de padres se reunió con cara de preo­cupación y una indignación que no encuentra consuelo. En horas de la madrugada del martes, al menos un sujeto entró a la institución y, no contento con los bienes que se robó, destrozó puertas, objetos, y hasta pisoteó unas empanadas que habían sido preparadas para el cumpleaños de una alumna. “Es doloroso, nos da bronca, se llevaron computadoras, cajones de pollo, un televisor. Rompieron una reja, hicieron necesidades en un salón. No nos entra en la cabeza semejante vandalismo”, manifestó a este diario Inés, una madre que integra la Comisión Directiva.

Según fuentes policiales, el hecho ocurrió alrededor de las 2, cuando efectivos observaron un portón violentado. Al ingresar a la escuela, encontraron el interior convertido en un caos: cables sueltos, cajones en el piso, carpetas desordenadas. A las pocas horas, y advertidos por el llamado de un vecino, se acercaron hasta la casa de una familia, a casi veinte cuadras del establecimiento. Allí encontraron parte de los bienes robados y una señora reconoció que su hijo, de 18 años, había sido el delincuente. El joven quedó demorado en la Subcomisaría de Arana. 

Los directivos estudiaban nuevas medidas de seguridad, como la colocación de alarmas. Reconocieron que fue el sexto robo en el año y el tercero en menos de cinco días. Esta vez, además, vaciaron los matafuegos y recibieron la amenaza de que pronto “se prendería fuego la escuela” en represalia por la detención del asaltante.

“No sabemos qué más hacer. Hay padres que se ofrecieron a dormir adentro para evitar los asaltos. Lo más triste es que hacemos rifas para comprar los vidrios que se rompen y ocurre nuevamente”, reconoció una de las máximas autoridades. “Los alumnos nos miran a la cara y nos dicen: ¿y ahora, qué van a robar?”, concluyó. 

Noticias Relacionadas