Sociedad violenta: médico golpeó a un inspector de tránsito en un control
El galeno se negó a someterse al test de alcoholemia y le pegó un cabezazo y una trompada a una trabajadora. En la comisaría también causó desmanes.
Los episodios de violencia extrema en las calles de nuestra ciudad no se detienen y, por el contrario, continúan a diario sin que nadie les pueda poner un control, pese a la repetición de los hechos.
En las últimas horas, un médico (al parecer alcoholizado) se negó a un control vehicular en Berisso y golpeó de manera salvaje a una inspectora. Lo insólito es que aunque también causó disturbios en la comisaría, recuperó la libertad poco después y ahora está libre, señalaron ayer desde la fuerza.
El salvaje incidente se materializó el fin de semana en la calle 175, entre 14 y 15, de la vecina ciudad. La Policía había convocado a los inspectores de tránsito para que llevaran a cabo un control de alcoholemia con las correspondientes pipetas, y al que tenía que someterse un hombre mayor de edad.
La víctima, identificada como Cecilia Armendi, contó que se acercó para cumplir con su trabajo sin saber que todo estallaría de un momento a otro. Relató que el galeno se acercó hasta ella, “me dio un cabezazo en el pómulo y me pegó una piña a mí porque le quise hacer el test de alcoholemia. Esto se tiene que saber, porque no está bien lo que hizo este señor, porque ni siquiera pidió disculpas. Voy a seguir la denuncia penal”.
“Más medidas de seguridad”
También señaló ante FM Berisso Ciudad que “queremos pedirles a los concejales más medidas de seguridad porque estamos muy expuestos. Las motos no paran, nos pasan finito y los vehículos también. Corremos mucho riesgo a la noche los inspectores de Control Urbano”.
“No podemos permitir que sigan conduciendo personas que no tiene registro, seguro, ni casco, y ahí viene los insultos y los golpes como estos”, agregó.
Tras el ataque, el implicado fue trasladado de urgencia hasta la comisaría Primera de Berisso, con jurisdicción en la zona, donde también provocó disturbios. Sin embargo, tras unas pocas horas encerrado, recuperó la libertad.
La damnificada quedó con temor y no dudó en expresarlo: “Volví a trabajar y luego me arrepentí porque me agarró mucho miedo, porque cuando te vuelven a gritar, te agarra miedo. Yo voy a seguir trabajando porque es lo que me gusta, pero con otra mirada hacia el trabajo, porque la verdad mi vida vale tanto como la de otro. Yo me sentí con mucho miedo”.
Por último, la mujer remató: “El personal policial tampoco pensó que iba a terminar así la situación. La persona fue liberada y ya está en su casa, hasta ahora no me pidió disculpas”.