Suicidios públicos: un fenómeno que asusta y llegó para quedarse

En La Plata se produjeron ya tres casos en el último año, donde las víctimas se colgaron en plazas. Trama Urbana habló con dos especialistas en criminología para entender los motivos 

n el último año, en nuestra ciudad se produjeron al menos tres casos resonantes de suicidios que impactaron a la sociedad y dispararon la opinión pública, por las características de los mismos. En todos los casos, la persona que se quitó la vida lo hizo en un ámbito público, frente a la vista de todo aquel que lo quisiera ver. El último episodio tuvo lugar la mañana del martes, frente a la gobernación, cuando una joven se colgó de un árbol de la plaza San Martín. 

El primer hecho había ocurrido el 6 de julio pasado, cuando Hernán Cardozo (26) se trepó hasta la cima del árbol más alto del Parque Castelli y se ahorcó, mientras que semanas atrás un joven hizo lo propio en el Parque Ecológico de City Bell. 

Trama Urbana se comunicó con reconocidos especialistas en materia de criminología, criminalística y conducta criminal para que viertan su opinión al respecto.

Mensaje macabro

“Quisieron dar un mensaje: que se hayan quitado la vida en plazas públicas no está relacionado con la intimidad que uno espera en la conducta desesperada de un suicidio, al contrario: quedan expuestos, lo hacen público para causar conmoción a quien lo ve”, reseñó María Laura Quiñones Urquiza, criminóloga especializada en perfiles criminales. Sobre la cercanía en las edades de los fallecidos (entre 18 y 26 años) reveló que “expone una cuestión que es importante: la vulnerabilidad”, mientras que acerca del tiempo entre las tres muertes señaló que “la cercanía temporal podría ser una mera coincidencia, siempre y cuando las pericias informáticas revele que hayan estado viendo los mismos contenidos que pudieran haberlos sugestionado, como por ejemplo páginas que alientan este tipo de actos de ese modo, como lo fueron en su momento las conductas de contagio en la provincia de Salta con las estudiantes de edades coincidentes”. 

¿Es o no es conducta de imitación?

Por su parte, Raúl Torre, criminalsita, comisario retirado de la Policía Científica y docente universitario, dictaminó que “se trata de conductas de imitación, bautizado por los criminólogos estadounidenses como Copy Cat. Es inconveniente el mediatizar formas, mecanismos y estadísticas de suicidios porque se fomenta la imitación”. Al igual que  Quiñones Urquiza, graficó con el hecho concreto de lo ocurrido en Salta, donde en 2010 se mataron al menos ocho individuos de entre 14 y 18 años: “pasó lo mismo con los ahorcamientos de adolescentes en Rosario de la Frontera, donde surgió una conducta de imitativa suicida que parecía no detenerse”. Para finalizar, aseguró que “lo mismo ocurre con los femicidios: sus esquemas físicos se imitan por la megamediatización”. 

María Laura, sin embargo, no considera que el copy cat esté relacionado en estos casos: “es un término bastardeado que, en todo caso, debería ser denominado conducta de contagio, que es por ejemplo la epidemia que ocurre con los tiroteos en Estados Unidos o acá con los femicidios”. Terminando el tema, puntualizó que los suicidios platenses “están relacionados a una sensación de que (las víctimas) creen no tener salida y sienten poca contención. Lo que podría servir en estos casos es la prevención primaria, es decir, que haya lugares discretos donde pedir ayuda o campañas con líneas telefónicas de ayuda al suicida. Estos sujetos, por lo general, tienen intentos previos, por lo que habría que ver si alguno de los damnificados no tiene heridas de vieja data. De ser así, de tener heridas, se descarta el contagio, o sea, la identificación”.