La violaron por años y ahora molieron a palos a su padrastro para que retire la denuncia
La víctima, de 19 años, creció siendo abusada por dos hombres de su familia. “No tengo un botón antipánico ni perimetral”, se lamentó ante Trama Urbana.
Mientras el adolescente atacado recuperó la libertad, el panorama para los numerarios del Comando de Patrullas se complica cada vez más.
31/07/2020 - 00:00hs
Conforme avanza la causa, se complica todavía más la situación de los dos numerarios del Comando de Patrullas La Plata (CP) que fueron desafectados de la fuerza al haber sido denunciados por golpear y torturar con una picana a un adolescente en la comisaría de Tolosa. En ese sentido, ayer la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires le solicitó a la Justicia la inmediata detención de ambos.
Mediante un comunicado, el organismo detalló que el equipo jurídico de la Dirección de Políticas contra la Violencia Institucional le pidió a Marcelo Martini, quien investiga lo sucedido a través de la UFI número 3, que considere la carátula de “tortura” y, sobre la base de eso ordene la detención de los implicados.
El miércoles, Martini se acercó al Instituto Almafuerte, donde hasta ayer estuvo demorado el menor acusado de un robo en Gonnet, con el fin de escuchar su testimonio. Junto a él, estuvieron presentes encargados de la Subsecretaría, que con el Programa de Niñez y Adolescencia garantizaron la intervención de un letrado inscripto en el Registro Provincial de Abogados del Niño.
En tanto, mientras el joven recuperó la libertad por decisión del Juzgado de Garantías del Joven nº1, su caso es seguido en el ámbito federal por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, cuyos voceros que lo entrevistaron aseguraron que está devastado, y que “tiene lesiones por todo el cuerpo, se quiebra y llora”.
Exclusivo de este medio
Como contó este diario en exclusiva, al chico lo acusan de formar parte de una banda que asaltó el viernes a una mujer en Gonnet, quitándole el auto y dinero. Al implicado lo apresaron la noche del sábado por estar disparando sobre un coche abandonado en 120 y 522. En su poder tenía las llaves del vehículo sustraído a la víctima y, en la fuga, tiró el arma que estaba usando, que le había sido robada a un policía hace un mes.
Ya en la comisaría Sexta, amenazándolo con una picana, al menos dos agentes del CP le exigieron que dijera dónde estaba el botín y quiénes eran sus cómplices. La acción quedó registrada en un video que filmaron los propios uniformados, y que después viralizaron.
Desde el escrito difundido por la mencionada Subsecretaría, se desprendió que el sospechoso “pudo contar de manera rigurosa haber recibido descargas eléctricas a través de una picana con la que se lo torturó en reiteradas oportunidades, con el objetivo de lograr la confesión del delito y la delación de otras personas. Las torturas comenzaron durante el traslado a la comisaría, continuaron allí y se repitieron durante otros dos trasladados en los que fue llevado al cuerpo médico policial y a la defensoría pública”. Expusieron también que el joven “relató que en todo momento los policías estuvieron con él, lo que le impidió denunciar lo que ocurría”.