Se mató un motociclista tras chocar contra un camión
Ocurrió en Etcheverry. La víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza y fue trasladado en estado crítico al hospital de Romero, donde llegó sin vida.
Una jubilada de 72 años regresó de un viaje y se encontró con una escena devastadora. Al momento no hay detenidos.
05/10/2025 - 00:00hs
La Plata volvió a ser escenario de un hecho de inseguridad que conmueve a los vecinos del casco urbano. Una jubilada de 72 años regresó de un viaje y se encontró con una escena devastadora: su casa, ubicada en 12 y 43, había sido desvalijada. Las puertas forzadas, los muebles destrozados y el silencio del barrio fueron el marco de un robo que dejó mucho más que pérdidas materiales.
La víctima, identificada como Silvia, vive desde hace más de 30 años en la misma vivienda. Al llegar, notó que el portón principal estaba violentado. El hierro grueso, de casi dos metros de altura, había sido doblado con fuerza. Dentro, los delincuentes rompieron otras dos puertas para acceder a cada ambiente. “Rompieron todo para entrar”, alcanzó a decir entre lágrimas al ver el desastre.
La mujer relató que los ladrones revolvieron cajones, placares y hasta cajas con objetos personales. Se llevaron electrodomésticos, una vieja computadora y documentos importantes. Lo que más le dolió, según contó, fue la pérdida de información médica que tenía guardada en el equipo: estudios, recetas y papeles de un tratamiento que debía comenzar en los próximos días. “Eso no tiene reemplazo”, lamentó.
Además del robo, la jubilada deberá afrontar los daños estructurales que dejó el ataque. Varias cerraduras quedaron inutilizables y las puertas, fuera de eje. Ropa tirada, vidrios rotos y cajones arrancados completaban el panorama. “No sé por dónde empezar a arreglar esto”, dijo, mientras intentaba ordenar lo poco que quedó en pie.
La víctima planea presentar la denuncia formal ante la Policía, acompañada por fotografías que muestran el estado de su vivienda. Sin embargo, asegura que no tiene demasiadas expectativas. Como muchos de sus vecinos, siente que el barrio se volvió una zona vulnerable, sin control ni patrullajes. “Somos Barrio Norte, pero parece tierra de nadie”, expresó con bronca.
El hecho reavivó la preocupación entre los residentes de la zona, que vienen advirtiendo un aumento de robos en viviendas vacías o durante fines de semana largos. Algunos aseguran que ya no confían en las alarmas ni en las rejas. “Entraron a cualquier hora y nadie escuchó nada”, resumió Silvia, resignada.
Su caso se suma a una seguidilla de episodios similares ocurridos en las últimas semanas, lo que vuelve a poner en el centro del debate la sensación de inseguridad que atraviesa a La Plata. Mientras tanto, Silvia intenta recuperar algo de calma en el mismo lugar que durante años fue su refugio, pero que hoy se convirtió en el símbolo de una impotencia compartida.