El atleta etíope que se animó a denunciar al gobierno de su país

El atleta etíope Feyisa Lilesa se llevó la medalla de plata en el maratón de Río 2016 y con un simple gesto se solidarizó con el grupo étnico Oromo, el cual es perseguido en su país, lo que inmediatamente le generó serios problemas. 

Al cruzar la meta elevó sus brazos y formó una cruz, un gesto que se ha vuelto común en las movilizaciones en contra del gobierno de Etiopía, acusado de emprender asesinatos masivos contra manifestantes opositores en el último tiempo. 

Según, la organización defensora de los derechos humanos, Human Rights Watch, más de 400 manifestantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad. A raíz de esto, y luego de que la competencia terminara el domingo, se teme por la seguridad del atleta, quien todavía permanece en Brasil.

“Si no me matan, me van a encarcelar. No lo he decidido aún, pero tal vez voy a mudarme a otro país”, expresó Lilesa al terminar la prueba. Sin embargo, un grupo decidió ayudarlo y creó una página para recaudar fondos.

 La campaña, ideada por una organización con sede en California, recaudó 50 mil dólares en menos de 24 horas, pese a que la meta iniciada era de 10 mil y poco después se elevó a 25 mil, cifra que “se sobrepasó en pocas horas”.