Otra vez, el fútbol se vistió de luto

Al menos nueve personas murieron y 21 permanecen desaparecidas, tras volcar el barco que transportaba a un equipo en el lago Alberto, en Uganda 

A casi un mes del accidente del Chapecoense de Brasil, el fútbol internacional fue sacudido por una nueva tragedia. En plena Navidad, el barco en el que viajaban un equipo de fútbol de Uganda y sus seguidores volcó y dejó un saldo de al menos nueve personas muertas y otras 21 desaparecidas. El accidente ocurrió en el lago Alberto, en el oeste del país africano a 100 metros de la orilla.

“De las 45 personas que estaban a bordo, 15 sobrevivieron”, dijo el comandante de la Policía local, John Rutagira. Con el correr de las horas se teme que la cifra de muertos alcance las 30 personas. 

El equipo de fútbol, proveniente de la aldea de Kaweibanda en el distrito de Buliisa, iba a participar en un partido amistoso por Navidad para el que viajaban a Runga, en Hoima. 

La hipótesis que manejan los especialistas para explicar el accidente es el sobrepeso ocasionado por los pasajeros. Algunos testigos dijeron también que en el momento del accidente el agua estaba calma, pero  el festejo de los tripulantes en el interior de la nave habría provocado el naufragio.

“Sobrecargaron el barco. Testigos han dicho a la Policía que la mayoría de los pasajeros estaban ebrios, y se sentaron en un lado del bote, lo que produjo una pérdida de equilibrio”, añadió Rutagira.

La Policía y algunos pescadores procedieron al rescate. Hasta el momento, nueve cuerpos fueron recuperados, según informaron, y 21 continúan desaparecidos.

Caso Chapecoense: los pilotos eran conscientes del riesgo

El avión de LaMia, accidentado cerca de Medellín el 28 de noviembre, en el que murieron 71 personas, viajaba con el combustible al límite y con exceso de peso, reveló la Aeronáutica Civil de Colombia. 

Según el secretario de Seguridad, Fredy Bonilla, las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia (Colombia) o en Bogotá “porque se encontraban en el límite de combustible”, pero no lo hicieron. 

“Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado, ni era suficiente”, afirmó el funcionario, quien añadió que, además, el avión “contenía un peso superior al permitido por los manuales”.