China le apunta a Trump y crece la tensión con EE.UU.

Surgieron controversias debido a la primera comunicación diplomática entre Estados Unidos y Taiwán en casi 40 años. El republicano había cuestionado el principio de “una sola China” defendido por Pekín

Las tensiones entre Pekín y Washington repuntaron después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionara el principio de “una sola China”, sin el cual, advirtió el gobierno chino, se acabará la estabilidad de las relaciones bilaterales.

“Si el principio de China que considera a Taiwán una provincia rebelde se ve comprometido o interrumpido, el crecimiento estable de las relaciones no es posible”, dijo Geng Shuang, portavoz de la Cancillería china.

El gobierno chino remarcó que está “seriamente preocupado” por las declaraciones de Trump, quien en una entrevista había dicho que no permitiría que el gigante asiático le dictara lo que debe hacer.

“No sé por qué tenemos que estar ligados a la política de una sola China, a no ser que lleguemos a un acuerdo con China que tenga que ver con otras cosas, incluido el comercio”, sentenció Trump.

Las autoridades chinas reiteraron que la llamada “cuestión de Taiwán” es realmente un interés central para ese país y que la política de “una sola China” representa los “cimientos” de las relaciones con Estados Unidos.

Este axioma supuso la base de las relaciones bilaterales entre China y Estados Unidos desde que ambos países suscribieron, tras negociaciones entre los gabinetes de Richard Nixon y Mao Tsé Tung, el comunicado de Shanghái en 1972, siete años antes de que restablecieran sus lazos diplomáticos.

Trump parece querer ignorar más de cuatro décadas de statu quo, tras provocar el primer episodio de tensión con China al aceptar una llamada telefónica de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, este mes, en lo que significó el primer contacto de alto nivel entre ambas partes en casi 40 años.

“Urgimos a la nueva administración estadounidense y a sus líderes a que admitan la sensibilidad de la cuestión de Taiwán y se adhieran a la política de una sola China”, dijo ayer Geng Shuang.

“Esto no afecta solamente los intereses fundamentales de las relaciones entre China y Estados Unidos, sino también la paz, la estabilidad y la prosperidad del bloque Asia-Pacífico y del mundo”, agregó.

China considera a Taiwán una provincia “rebelde” desde que las tropas nacionalistas derrotadas del general Chiang Kai-Shek se refugiaran allí en 1949, iniciándose una disputa de soberanía en la que Pekín no ha renunciado nunca a recurrir a la fuerza.