Ohio reinstala la polémica: volverá a ejecutar a un preso

El estado de Ohio volverá a ejecutar a un condenado, en lo que será su primera aplicación de la pena capital desde que en 2014 administrara una inyección defectuosa a un preso, que murió agonizando, lo que puso a la pena de muerte al borde de la paralización en Estados Unidos.

Mañana, el primero en pasar por la sala letal del Centro Correccional del Sur en Ohio será Ronald Phillips, aunque el estado tiene programadas otras 26 ejecuciones hasta septiembre de 2020. Todas ellas se fueron acumulando durante los últimos tres años y medio de bloqueo.

Phillips, un hombre blanco de 43 años, será ejecutado, si nada lo impide, por haber asesinado en 1993 a la hija de su entonces pareja, una nena de 3 años llamada Sheila, de la que también había abusado en varias oportunidades.

La medida despertó inquietud y el propio gobernador de Ohio, John Kasich, canceló su presencia en la inauguración de la popular feria estatal en Columbus para seguir de cerca los acontecimientos. Es que en la memoria de todos está la ejecución, en enero de 2014 (la última hasta la fecha en Ohio) de Dennis McGuire. Este sujeto había sido condenado a muerte por violar y asesinar a una mujer embarazada de 7 meses y medio.