Sigue la conmoción mundial por el asesinato de un bebé palestino

Extremistas judíos prendieron fuego ayer a una casa palestina en la Cisjordania ocupada, matando a un bebé de 18 meses e hiriendo gravemente a sus padres y a un hermano, un acto que el premier de Israel calificó como terrorismo. 

La casa en Duma, un pequeño pueblo cerca de Nablús, fue atacada en la madrugada mientras la familia dormía. Las ventanas fueron destrozadas y se lanzaron bombas incendiarias al interior de la vivienda.

En la pared exterior había un rayado en hebreo que decía “venganza” bajo una estrella de David. Los padres del niño y su hermano de cuatro años fueron trasladados en helicóptero a hospitales israelíes y se encontraban en estado crítico.   

Se trata del peor ataque de extremistas israelíes desde que un adolescente palestino murió quemado en Jerusalén hace más de un año, tras el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes por milicianos palestinos en Cisjordania.   

Israel aumentó la presencia de sus fuerzas en la zona para buscar a los sospechosos, descritos por un portavoz como “dos terroristas enmascarados”, y evitar una escalada de violencia. El grupo islamista palestino Hamas clamó venganza.   

El ataque fue ampliamente condenado en Israel y en el mundo. El premier, Benjamin Netanyahu, dijo que estaba sorprendido y prometió que se emplearán “todos los medios” para llevar a los atacantes ante la Justicia. “Este es un ataque terrorista. Israel toma medidas firmes contra el terrorismo, no importa quiénes sean sus autores”, aseguró.