Flor Vigna: una chica que “combatió” desde abajo

Gracias al esfuerzo y a la perseverancia, la joven participante del programa de juegos Combate, logró hacerse un lugar en los medios. En el presente protagoniza la obra teatral Abracadabra, que hoy se presenta en la ciudad

Criada en un barrio porteño, Flor Vigna transitó toda su infancia bailando las canciones y recreando las coreografías de Xuxa. Para este fin, armaba shows en el interior de su hogar donde la familia funcionaba como el mejor público espectador. Al cumplir 11 años, Flor comenzó a tomar clases de actuación en un centro cultural del barrio. Tiempo después ganó una beca e ingresó en la Fundación Julio Bocca, espacio en el que trabajó y estudió durante más de tres años. Sin embargo, antes de finalizar la carrera, esta muchacha tuvo una oportunidad que cambiaría su vida para siempre: surgió la chance de realizar un casting para Combate, un programa de desa­fíos físicos transmitido por canal 9. 

Luego de la participación en esta producción, 2016 se convertiría en su año bisagra: la rubia debilidad fue convocada para participar como pareja de Pedro Alfonso en Bailando por un sueño, el certamen televisivo más famoso de la Argentina. Y, como si esto fuera poco, esta dupla se consagró campeona. 

Llegada la temporada de verano, la joven actriz formó parte de una exitosa pieza teatral llamada Abracadabra, donde compartió elenco con Silvina Luna, Freddy Villarreal, Gustavo Conti, Peter Alfonso, Alejandro Müller, Iliana Calabró y El Polaco. La obra fue una de las más taquilleras de Carlos Paz y en la actualidad se encuentran inmersos en plena gira nacional. 

En una entrevista íntima con este medio, la joven se expresó sobre la obra éxito de Carlos Paz con la que se presentará esta tarde, a las 19, en el Teatro Coliseo Podestá (10, entre 46 y 47). Además, habló sobre los proyectos laborales que tiene en cine y televisión  para este año.

—¿Cómo es el personaje que interpretás en Abracadabra?

—Se llama Ana, una mucama que rompe con los estereotipos de sexy. Por el contrario, es muy fuerte y logra que dos hombres, Gustavo Conti y El Polaco, se sientan atraídos por ella. Después no puedo revelar nada más, así van a ver la obra. 

—El elenco tiene una relación entrañable, ¿cómo son los momentos que comparten en las giras?

—Tenemos un grupo por demás divertido. Es verdad que las giras son muy largas pero el que ocupa un lugar muy didáctico es Pedro Alfonso porque siempre está inventando juegos para entretenernos a todos, ya sea con una tapita, con una pelota de papel o con cualquier cosa que encuentre. De repente estamos diez monos adultos divirtiéndonos como chicos, y la verdad es que esa energía después se pasa al escenario. Todo lo que he vivido es impagable.

—¿Qué rituales o cábalas tienen antes de salir a escena?

—Nos juntamos todos, nos abrazamos y rezamos el Padre nuestro. Esto va más allá de la religión porque además en el elenco hay de todo; budistas, católicos y ateos. Lo hacemos como una unión de fuerzas. 

—Este año incursionaste en una tira diaria y también en el séptimo arte, ¿cómo fue esa experiencia?

—Para mí era muy lejana la posibilidad de trabajar en cine o en una tira como en Quiero vivir a tu lado, donde  logré un papel bastante firme. La película (El club de los malditos, de Nicanor Loreti) fue un honor. Mi personaje es chico, llegaba a grabar, trabajaba 4 horas pero el elenco estaba jornadas enteras y la verdad es que siempre fueron muy profesionales, tuvieron un humor de diez, y siempre con buena onda. Fue increíble. 

—Vas a estar en el Bailando 2017 defendiendo el título, ¿cómo te preparás para ese momento?

—Este año vamos a bailar con Pedro nuevamente. Si bien aún no nos juntamos a ensayar por compromisos de ambos, estamos hablando para hacernos un hueco. Estamos ansiosos, nerviosos, se juntan todas las emociones.

—Y del corazón, ¿qué podés decirnos?

—Estoy muy contenta, muy enamorada. Siempre estoy apoyada por mi familia y Nicolás, mi novio, quien conduce un programa en Fox y le está yendo muy bien. Tenemos la suerte de acostarnos a la noche, de mirar hacia arriba y sentirnos bendecidos por todo lo que sucede. De todos modos, hay que apoyarse en los éxitos y en los fracasos.

—¿Le prestás atención a la imagen?, ¿qué recaudos físicos y estéticos tenés en cuenta?

—Tuve la suerte de que hasta el año pasado mis dos trabajos en Combate y en el Bailando dependían mucho de mi cuerpo, entonces aprendí a alimentarme bien para no lesionarme. Era muy importante tener recaudos porque si me enfermaba, eso afectaba a mis dos ocupaciones, 

porque trabajo con el cuerpo. Así, comencé a comer sano y a ejercitarme. Por supuesto que tengo celulitis y esas cosas que a una no le gustan pero sí estoy contenta con el rendimiento de mi cuerpo a lo largo del día. 

—¿Qué cuidado casero le recomendarías a las chicas?

—En el pelo me he puesto máscaras de huevo, mayonesa. Cuando era chica me juntaba con amigas y nos hacíamos exfoliaciones con azúcar, no sé si funcionan (risas). Considero que es un motivo o una excusa para juntarse. Lo que sí tomo en serio es que a la mañana tomo un licuado verde que contiene banana, naranja y menta. Así cubro la dosis de fruta que el cuerpo necesita en el día. 

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