La máquina de Dios, como nunca antes

El reinicio del acelerador LHC se desarrolla según lo previsto y ya se está operando “a energía de descubrimiento”, según el reponsable de aceleradores del CERN, Fréderick Bordry.  El cientifico ha indicado que se espera “tener colisiones válidas para la física a 13 TeV (el rango de energía al que opera el acelerador) desde principios de mayo”. Sin embargo, ha reconocido que no se puede planificar de antemano es cuándo habrá resultados.

 En el LHC (Large Hadron Collider o Máquina de Dios), las partículas chocan con una energía nunca alcanzada antes en un acelerador. Esta energía se convierte en nuevas partículas más masivas, presumiblemente como las que había en el universo en el pasado, cuando era más caliente que ahora. Son estas nuevas partículas lo que quieren estudiar los físicos.

Buscando la materia oscura

 Muchos esperan que entre las partículas a analizar se encuentre alguna candidata a integrar la materia oscura, el tipo de materia más abundante en el Universo y, sin embargo del todo desconocida,  pero en realidad nadie sabe qué puede descubrir el LHC al abrir una ventana a un nivel de energía hasta ahora del todo desconocido.

¿Este es su año?

 El científico agregó que “2015 fue para preparar el LHC para el periodo de producción de 2016, 2017 y 2018. Es decir, ha llegado la hora de recoger los frutos del trabajo”,señaló.

Al repasar los hitos tecnológicos de esta segunda etapa de operaciones del LHC señala que “esta es la primera vez que 1.232 imanes trabajan en un campo magnético tan alto. La energía almacenada en los imanes y en los dos haces nunca se había alcanzado antes”.

 El LHC fue concebido en los ochenta y construirlo llevó dos décadas. Está previsto que opere al menos otros 20 años, un periodo en que será sometido a mejoras paulatinas para incrementar el número de colisiones entre partículas, y por tanto el volumen de datos generados. El proyecto es el más ambicioso en el ámbito de la física de alta energía para la próxima década.