cultura

El origen de los restaurantes

La palabra podría tener su origen en el siglo XVIII.

En 1765, un mesonero llamado Dossier Boulanger inauguró en París una casa de comidas y a la puerta colgó el siguiente letrero: “Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos”. No eran muchos los parisinos que en el año de 1765 sabían leer francés y mucho menos el latín, pero los que podían, sabían que Boulanger, el propietario, decía: “Venid a mí casa hombres de estómagos cansados que yo los restauraré”.

La frase tuvo semejante éxito que desde entonces todas las casas de comidas en el mundo se llaman “restaurantes”. Más allá de la deliciosa gastronomía que se hizo famosa en toda Francia, Boulanger deleitaba a sus comensales con deliciosos postres preparados por él mismo y debido a la fama de su repostería Boulanger también es el “culpable” de que en Francia a las panaderías se les llame “boulangeries”.

Rápidamente, la palabra restaurante se estableció en el lenguaje cotidiano y los chef de más alta reputación que hasta ese momento sólo habían trabajado para familias privilegiadas -reyes y ministros especialmente- abrieron también sus propios negocios o fueron contratados por un nuevo grupo de pequeños empresarios: los restauradores.

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