La devaluación ya es un hecho en el país

Tal como viene anunciando Hoy, la posibilidad de una abrupta desvalorización de la moneda nacional cobra cada vez más fuerza. En tanto, el dólar blue no cede y roza los nueve pesos

a economía argentina ya entró en un precipicio y encontrar una salida, por estos días, parece una verdadera utopía.

Frente a este panorama, la destrucción a nivel financiero que está llevando a cabo el gobierno K llegó a tal punto que lo que este diario advertía como una posibilidad ya se transformó en una realidad tangible: son varios los especialistas que dan cuenta de que la tan temida devaluación del peso es inminente y que esta situación aceleraría el profundo proceso inflacionario que atraviesa el país.

Mientras tanto, las noticias en el mercado cambiario siguen siendo poco alentadoras, ya que el dólar paralelo subió ayer diez centavos, a 8,96 pesos, y renovó el máximo histórico en este mercado, en una rueda en que la divisa se encareció en todos los otros segmentos y también cerró en los niveles más altos desde la salida de la Convertibilidad. La escalada del dólar blue estuvo estrechamente vinculada con la preocupación que tienen los ahorristas por el ataque del gobierno nacional a la Justicia, impulsando una reforma que terminará convirtiendo en cenizas la seguridad jurídica en el país.

De esta manera, la brecha entre el dólar informal y el oficial se amplió a 72,64%, en la jornada en que la divisa avanzó un centavo a 5,19 pesos en el promedio de bancos y casas de cambio de la city porteña.

“Nadie sabe cuál es el techo del blue, especialmente porque nada de lo que hizo el Gobierno para frenarlo funcionó”, opinó el economista y ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel.

Aseguran que la situación es “insostenible”
En relación al contexto económico actual en el país, el economista Juan Dumas dijo a Hoy que  “este nivel de tipo de cambio oficial es absolutamente insostenible, es irreal y le saca todo tipo de competitividad a la industria argentina”.

“El argentino siente que los pesos que tiene se le derriten en la mano y si quiere ahorrar algo es una mala idea mantenerlo, por lo tanto aparecen los cambios por una moneda que conserve mejor su valor”, continuó Dumas. Y añadió: “cualquier devaluación de cualquier importancia genera un impacto de varios órdenes, entre ellos en los precios. Y eso, desde un punto de vista político, es bastante negativo”.

Por último, el economista remarcó que “lo que no tiene ningún sentido es hacer una devaluación aislada. Por ejemplo, el dólar oficial hoy está a cinco pesos y monedas, entonces se dice ‘quiero cerrar la brecha, por lo tanto llevo el dólar oficial a 8,80 pesos o lo que fuese’. Esto no tiene ningún sentido, porque lo único que va a ocurrir es que -como ha sucedido en el pasado con esta clase de brechas- todo se desplaza hacia arriba y dentro de muy poco uno tendría un dólar oficial a ocho y uno paralelo a trece”.

La exportación de soja, en la mira

En diálogo con Hoy, Dumas también explicó que “en todos estos diez años no ha habido una política económica integral, ha sido un conjunto de parches que han ido yendo para adelante. Fundamentalmente con el conocido viento de cola, que les ha permitido tener recursos adicionales a través de los altísimos precios de los productos que exportamos, en particular la soja”.

Los empresarios son poco optimistas de cara al futuro

En las últimas horas, un estudio de la Escuela de Negocios IAE, de la Universidad Austral, reveló que ocho de cada diez empresarios piensa que el dólar paralelo cotizará a diez pesos o más a fin de año.

Según la investigación, para el 50% de los consultados el dólar se ubicará entre $ 9 y 10 a fines de 2013, mientras que un 33% estimó que la cotización superará los $ 10.

En este marco, el director de Economía de IAE, Eduardo Fracchia, consideró que “el dólar es un tema caliente, y la gran mayoría opina que el valor ideal de la cotización oficial debería ubicarse entre los 6 y $ 7”.

“El 100% de los ejecutivos quiere volver a un mercado no regulado con flotación, como el modelo -del exministro de Economía, Roberto- Lavagna. A nadie le gusta el cepo ni el doble mercado cambiario de (Axel) Kicillof”, agregó Fracchia, al momento de analizar los resultados del relevamiento.

Claves económicas

Las dudas que existen actualmente respecto al dólar son producto de la grave crisis económica presente en la Argentina y frente a la cual el kirchnerismo no puede encontrar una solución certera. Algunas de las variables que revelan esta situación son las siguientes:

èEn marzo, la Argentina tuvo un superávit comercial de US$ 510 millones, 49% menor al del mismo mes del año pasado. Para el acumulado del primer trimestre el superávit llegó a US$ 1310 millones, 48% menos que en igual período de 2012.

èEl deterioro se explica, sobre todo, por la situación energética: de un superávit de US$ 456 millones en el primer trimestre de 2012 se pasó a un déficit de US$ 808 millones este año.

èEn marzo las exportaciones cayeron 4%. Las bajas más fuertes fueron las de combustibles y manufacturas agropecuarias. Las importaciones crecieron 5%, impulsadas por las compras energéticas.

“La marcha del dólar paralelo es la consecuencia de las expectativas negativas”

Otro de los economistas consultados por Hoy, Raúl Cuello (foto), certificó que “son varios los instrumentos que hay que tocar en estas circunstancias como para frenar la marcha del dólar paralelo, que no es otra cosa que las consecuencias de las expectativas negativas”.

“La gente aprecia que la economía no crece, que los precios no ceden, peligran las fuentes de trabajo y entonces trata de cubrir sus ahorros con una moneda que considera que lo puede poner a cubierto”, dijo Cuello. Y, en este sentido, agregó: “es una paradoja que en la Argentina se compren dólares y en Perú, Colombia o Chile no se venden dólares, porque allá sobran y acá faltan”.

El especialista también destacó que “descomprimir los medios de pagos en el sistema lleva un tiempo y tiene un costo en un año electoral”.

“La liquidez lo que puede producir es una profundización de las tendencias recesivas. Y ese costo difícilmente el Gobierno esté dispuesto a pagarlo. Pero si no es así, entonces no cabe ninguna duda que la marcha del tipo de cambio seguirá siendo ascendente hasta que lleguen las elecciones de octubre y se definan las cosas”, puntualizó.