De héroe a monstruo sin escrúpulos

El fisicoculturista de Barrio Norte, hoy un temible sujeto acusado de abominables delitos, rescató de entre las llamas a una señora, salvándole la vida, catorce años atrás. Trama Urbana recuerda el caso

Lo que hice fue una locura”, dijo Néstor Monzón, “El Monstruo de Barrio Norte” acusado de haber secuestrado, violado y gol­peado a una mujer, y retener contra su voluntad y también someter a tortura psicológica y física a una segunda. Claro que, por raro que suene, la frase no pertenece a la actualidad, sino que fue pronunciada hace nada menos que catorce años, y en un marco completamente diferente. 

El fisicoculturista de 50 años, hoy villano, supo ser un héroe local cuando el 7 de agosto de 2002 salvó la vida de una mujer que se estaba prendiendo fuego en el marco de un devastador incendio en un edificio céntrico. Trama Urbana, en su edición del día siguiente al trágico suceso, entrevistó en su redacción al individuo, de por entonces 36 años, quien contó la experiencia por la que tuvo que pasar. Detalló que cuando todo empezó, él estaba cumpliendo con sus labores en el Gimnasio La Protectora de 49 entre 8 y 9, donde trabajaba como profesor de Tae Box y Full Contact de 8 a 23.

Aseguró: “Estábamos en el club y cuando nos asomamos al balcón vimos que se estaba incendiando algo. Salimos corriendo y tocamos timbre en el edificio. Primero intenté derribar la puerta pero no lo logré; el que sí pudo fue mi compañero y, cuando consiguió abrirla, el fuego comenzó a expandirse”. Continuó explicando que “una de las señoras prendió todas las hornallas del departamento y se roció con kerosene. La que sacamos nosotros estaba bastante mal”.

Posiblemente, su robusta contextura física lo transformó en el hombre señalado por la gente para ingresar al departamento, donde consiguió rescatar a una señora identificada como Adela Arce. Consumado el acto heroico, razonó: “Lo que hice fue una locura. Ahora, un poco más tranquilo, pienso que me tendría que haber quedado mirando, como hizo la mayoría de la gente. Salí del club sin pensar en lo que estaba por hacer y todavía no sé bien por qué reaccioné así. Creo que lo hice por instinto. Sentí mucho miedo”. 

Internado y con alucinaciones

La causa que se le sigue a Monzón por el abuso, secuestro y golpes contra una mujer de 45 años dentro de su PH de 36 entre 13 y 14 no tuvo demasiadas novedades ayer, y la expectativa está centrada en lo que pueda llegar a declarar la víctima el lunes, en lo que será su segundo relato del hecho. 

Los pesquisas esperan que esta testimonial que brindará ante Marcelo Martini sea más concreta aún que la primera, y que la damnificada pueda dar nuevos elementos de interés. “El deseo está en que pueda aportar detalles de la persona que actuó, en primera instancia, como entregadora. Este supuesto Gurí, que le ofreció un trabajo administrativo y la dejó en el departamento (del imputado)”. Aunque, más allá de este segundo sospechoso, también hay certezas de que participó, al menos, un tercero, aunque no se sabe nada de él hasta el momento.

Acerca del único involucrado que hoy tiene la causa, ayer a la mañana fue internado en el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde está alojado con custodia policial luego de haber permanecido unos días en la comisaría Decimocuarta, de la misma localidad. “Empezó a tener una serie de alucinaciones a raíz de la abstinencia de drogas y alcohol”, le contó a este diario un jefe de la fuerza. 

Desbaratan banda

Dos sujetos fueron aprehendidos ayer en Berisso, acusados de formar parte de una banda dedicada a robar y desguazar motocicletas. 

Fue en el marco de un allanamiento llevado a cabo en 34 y 166, en donde se incautaron cuatro motos con sus numeraciones suprimidas y una gran cantidad de motopartes, como plasticos, opticas, ruedas, cables, cadenas, piñones y amortiguadores). 

De esta  manera, fue capturado un hombre de 47 años y un menor de 15, quienes “se dedicaban a sustraer y comercializar las partes de las motos en el Distrito y ciudades vecinas”, según le comentó un jefe policial.