Macabro hallazgo en Abasto: aparece cuerpo de hombre muerto hace un mes

Un macabro hallazgo conmocionó ayer a los vecinos de Abasto, que se vieron sorprendidos por un impactante accionar policial: un sujeto de 30 años apareció sin vida, colgado de un árbol y en avanzado estado de descomposición. 

Fuentes de la fuerza indicaron que se trata de Samuel Salvador Jara, un vecino de la mencionada localidad desaparecido desde el 26 de abril. Ese día había discutido con su pareja y su hijastro de 18 años, por lo que se fue de su casa ubicada en 197 entre 35 y 36 con una mochila y una bicicleta playera. “Su mujer lo había denunciado por violencia de género”, le comentó a este medio un jefe policial, y agregó que con ella “tenían un hijo en común de cuatro años”. 

Realizada la denuncia por la hermana de Jara el mismo día que se ausentó de su domicilio, el Gabinete de Búsqueda de Personas de la DDI a cargo de Pedro Beltrame, en colaboración con la Jefatura Distrital Oeste (dirigida por Ignacio Rosales), Caballería, Infantería, Policía Científica y División Canes iniciaron un rastrillaje en el predio abandonado Aser, que comprende las calles de 195 a 197 y de 32 a 35. Ese perímetro está rodeado de cardos de casi dos metros de altura que complicaban la visión pero, pese a ello, lograron divisar en 195 y 35 (a 150 metros de la casa del sujeto), en el límite del predio con el campo lindero destinado a invernáculos, a un hombre colgado de un árbol con una atadura en el cuello con una goma, arrodillado. 

Revisado el cadáver, se encontró en el bolsillo del pantalón una billetera con 152 pesos y la documentación del sujeto, lo que permitió su identificación. “El cuerpo estaba en un estado deplorable. El médico legista calculó la data de muerte en aproximadamente 30 días”, misma fecha en la que desapareció, reveló un vocero. 

“No se puede descartar nada hasta que estén los resultados de la autopsia, que se hará mañana (por hoy)”, agregó, por lo que se inició una causa por “averiguación causales de muerte”. Sin embargo, debido a que tenía dinero en su poder y que el cuerpo no presentaba a simple vista signos de haber sido golpeado, se sospecha de un suicidio.