Murió Juan Pedro y buscan a los asesinos

Se hicieron cinco allanamientos por el crimen del rugbier de City Bell. Secuestraron un auto y balas. Por ahora no hay detenidos. Manifestación frente a la puerta de Casal. Habla el dueño del Fiat Uno

Después de luchar más de 24 horas por su vida, Juan Pedro Tuculet (19) murió ayer en el Hospital San Roque de Gonnet, a donde lo habían trasladado el sábado a la madrugada después de que al menos dos sujetos le dispararan al auto que manejaba por el Camino General Belgrano. La bala le perforó el ojo izquierdo. En las últimas horas la policía hizo cinco allanamientos en Villa Elisa y City Bell, aunque encontró todos los domicilios vacíos. Se secuestró un vehículo de la misma marca y modelo que el presuntamente usado por los homicidas, pero los testigos no lo reconocieron. 

Mientras tanto, cientos de personas se movilizaron ayer hasta la casa del ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, para pedir el esclarecimiento del caso, aunque no todas pudieron llegar por el férreo cerco policial que se desplegó en las inmediaciones (ver aparte). 

Trama Urbana recorrió los sitios involucrados en esta terrible historia y entrevistó a Nicolás, dueño del Fiat Uno que conducía Juan Pedro cuando lo atacaron. También habló el padre de este jovencito, indignado por la versión del presunto ajuste de cuentas dirigido hacia su hijo, que no iba en el vehiculo: "A Nicolás nadie le puede ajustar ninguna cuenta, porque no tiene problemas con nadie", aseguró Jorge. 

Para avanzar en este relato se impone recordar cómo empezó todo.  

El sábado a la noche, Tuculet (jugador de Los Tilos e integrante de una familia fuertemente vinculada al rugby) y sus amigos se reunieron en una casa de 416 entre 27 y 28.

"Estaban jugando a la playstation, haciendo la previa para salir a otro lado. Juan Pedro le pide el auto a Nico para ir a comprar una Coca Cola a la estación de servicio que está ahí cerca", recordó Jorge. Se subieron al Fiat Uno color blanco (CCP 323) y se dirigieron a la Esso de Belgrano y Arana.

"Cuando llegan Juan se baja, y le dice a Santiago que no se baje, porque les iban a robar", continuó Jorge, refiriéndose a la llegada de un Fiat Duna bordó con vidrios polarizados y al menos dos ocupantes. Y agregó, manteniendo el relato en tiempo presente: "Le patean la puerta y ellos, asustados, se escapan", luego de que Tuculet hace marcha atrás y retoma por el Belgrano.

Al llegar a la calle 413, ambos vehículos quedaron a la par y el sujeto que iba como acompañante en el Duna abrió fuego a través de la ventanilla.

"Cuando Juan vio que le iba a disparar, atinó a agacharse y le tiraron. Siguieron en el auto y chocaron. Juan Pedro le dijo a Santiago que lo abrace… esas tal vez fueron sus últimas palabras", concluye Jorge antes de quebrarse. Instantes después retoma la palabra para aclarar que  "salimos a defender a Nicolás. Todo el mundo ahora lo mira como creyendo que tuvo la culpa, porque el tiro era para él.  Esto fue un robo, así de claro".

"Ellos (por el grupo de amigos) se conocen desde que nacieron (en rigor, desde los 8 años). Mi hijo se la pasa llorando. El auto (por el Fiat Uno) se lo compré en noviembre y todavía lo estamos pagando. Es una locura que se esté diciendo lo de la venganza, pero la policía y Casal van a tener que dar una respuesta, porque mancharon a toda una familia. Salen a decir que no fue un robo porque es lo que les conviene para no tener que asumir la inseguridad que hay", cerró, sin ocultar su bronca. 

Desde un primer momento los investigadores (de la DDI y la comisaría Duodécima) barajaron varias teorías: la del intento de asalto, la de la venganza hacia Juan Pedro o Santiago, que lo acompañaba; la del ajuste dirigido al dueño del auto (Nicolás); o un ataque a la persona equivocada. Anoche, esta posibilidad era la más fuerte.

A instancias del fiscal que instruye la causa, Marcelo Martini, los pesquisas allanaron entre la madrugada y la tarde de ayer cinco domicilios, entre ellos un taller mecánico. Tres de los registros se hicieron en Villa Elisa y dos en el barrio El Rincón, en City Bell. Fuentes oficiales dijeron que todas las propiedades estaban -curiosamente- vacías y hasta "la madre de uno de ellos faltó al trabajo". 

En la mira hay dos adolescentes de 18 años: uno, que se llamaría Matías, está sospechado de conducir el Duna bordó, mientras que al otro, apodado "Manu", lo sindican como presunto autor del disparo. Se investiga si en el coche iba también un hermano del primero, que sería dueño del vehículo. 

Los policías secuestraron un Duna rojo que no fue reconocido por los testigos (es clave el aporte de una mujer que declaró bajo reserva de identidad), pero se estableció que los hermanos "tienen otro Duna bordó que compraron hace pocos días", detalló una fuente con acceso al expediente.  

Además del auto, se incautaron de proyectiles  22 y 38 milímetros. Aunque no está certificado de qué calibre es el arma usada para matar a Juan Pedro, se esperaba que los forenses que a las 19 de ayer hicieron la autopsia pudieran obtener datos del proyectil que quedó alojado en el cráneo. Estiman que sería del 32.

Nicolás, el amigo de Tuculet y dueño del Fiat Uno, contó detalles de la trágica madrugada.  

"Les presté el auto para comprar una gaseosa, pero como tardaban en volver los llamé y Santiago me dijo que le dieron un tiro a Pedro. Nos fuimos para allá (junto a otros 3 o 4 amigos que estaban en la casa), nos encontramos con la policía. Llamábamos al 911 para que venga la ambulancia, pero no llegaba. Tardó casi una hora y nosotros llamábamos a cada rato y nos decían que estaba en camino", recordó.

"Santiago -agregó- daba vueltas en shock. Pedro le dijo que le trajera hielo, porque le dolía la cabeza. `Me duele me duele`, le decía. Cuando por fin llegó la ambulancia lo reanimaron dos veces y llegó con vida al San Roque".

Impacto en las redes sociales

Juan Pedro Tuculet jugaba en la división M-20 del club Los Tilos y vivía con su familia en City Bell. Ayer, sus padres prefirieron no hacer declaraciones. Su primo es el jugador de rugby de Los Pumas Joaquín Tuculet. Y había había comenzado la carrera de profesorado de Educación Física. Su asesinato impactó fuerte en todos los ámbitos. En su página de Facebook Los Tilos lamentó la muerte, brindó su acompañamiento a la familia y aclaró que no acompañaban la movilización a la casa de Ricardo Casal. El círculo íntimo de Juan Pedro tampoco participó de la protesta. Mientras tanto, en las redes sociales se replica la convocatoria  a una marcha por más seguridad. Será el domingo 17 de marzo, a las 18, en Plaza San Martín. Anoche, la convocatoria ya tenía 3698 adhesiones. 

Velas, policías y el reclamo de justicia frente a la casa de Casal

En  conferencia de prensa, Ricardo Casal dijo ayer a la mañana que "se han colectado pruebas muy valiosas" que "indican que ya estarían identificados los agresores". Agregó que "hace 48 horas que los funcionarios y el fiscal (Marcelo Martini) no duermen para esclarecer el hecho".

"Pertenezco a la misma comunidad de los padres (de la víctima), al barrio y a la ciudad. Estoy consternado, en vigilia y a disposición de ese matrimonio, que ha formado una gran familia (...) y hoy está destruido por una actitud desalmada, ruin y cobarde contra alguien que estaba desarmado", expresó.

Horas después, a eso de las 19, unas 150 personas (en su mayoría padres y chicos vinculados a Los Tilos) se concentraron  frente a la casa del ministro, en 17 entre 473 bis y 474, de City Bell, para pedir justicia. Sin embargo, muchas otras no pudieron llegar ya que unos 100 policías acordonaron las esquinas de  473 y 17; 474 y 17; 18 y 473 bis y 16 y 473 bis  (cuatro manzanas).

"Esto es increíble, venimos a reclamar en paz y la única respuesta que tenemos de Casal es mover a toda la policía de La Plata para evitar que haya más gente. ¿Por qué no utilizan la policía para evitar que pase lo que pasó? Encima está lleno de policías de civil dando vueltas entre nosotros, eso es cosa de otra época. Hasta están armados", se quejó un hombre que pidió reserva de identidad.

Los manifestantes encendieron velas y cerraron la concentración cantando el Himno Nacional Argentino y  un cerrado aplauso que duró unos cinco minutos. No hubo violencia. Sí muchas lágrimas.

El Fiat Uno blanco 

Este el Fiat Uno que conducía Juan Pedro Tuculet cuando le dispararon. Sus familiares y amigos rechazan de plano la versión de una venganza. Anoche, fuentes de la investigación aseguraron que "lo más probable es que se hayan equivocado totalmente de personas". La bala perforó la puerta del conductor e hirió a la víctima en su ojo izquierdo. El joven perdió el control hasta chocar contra un alambrado, una señal de tránsito, el portón de una vivienda y un árbol.

"Les quisieron robar y se asustaron"

Para dilucidar este caso que golpeó tan fuerte en la ciudad, los investigadores cuentan con el testimonio de Santiago, el menor de 17 años que iba junto a Juan Pedro Tuculet al momento del hecho, otros testigos y la filmación de las cámaras de la estación de servicio Esso donde comenzó el incidente y de otras del MOPU apostadas en las inmediaciones.

"Santiago me contó que vio que el que bajó (del Fiat Duna bordó) tenía puesta una gorra y nada más, no dijeron nada ni les vio la cara. En las imágenes de las cámaras también se ve un (Ford) Escort bordó que no está identificado y es sospechoso", refirió Nicolás a Trama Urbana. Una de las hipótesis es que este vehículo actuó de apoyo.

Nicolás está convencido de que el ataque no iba dirigido hacia nadie del grupo y desmintió la versión de la venganza por una pelea ocurrida en la celebración del "Malón de Pirata".

"Pedro fue a esa fiesta con otra persona, yo no fui y él (por Tuculet) estaba en otro auto, no en el mío. Se peleó con unos chicos, pero a ellos los conozco y todo quedó ahí. No hay nada de una chica, ni que se le parezca tampoco", aclaró. Visiblemente emocionado, contó que está "destrozado". 

"A los chicos los conozco desde que tengo 8 años y Pedro era una excelente persona. Yo nunca tuve problemas con nadie, el que me conoce sabe cómo soy. A ellos les quisieron robar, se fueron asustados, porque además el auto no era de ellos. Eso fue lo que pasó". 

Fuentes judiciales aclararon que, por ahora, no hay libradas órdenes de detención.

Entradera y ola de atracos a comercios: los que abrieron, perdieron 

Tres delincuentes se colaron anoche en una casa de 73 entre 24 y 25, donde redujeron a los dueños y los dejaron encerrados antes de escapar con dinero y elementos de valor.

Mientras tanto, los asaltos a comercios platenses no aflojan, ni siquiera los domingos. En lo que ya constituye un lamentable "clásico", dos panaderías fueron blanco de delincuentes ayer. A la mañana, el mismo ladrón que actuó hace una semana volvió a robar la de diagonal 80 entre 117 y 118. Y a la tarde le tocó a la ubicada en diagonal 73 entre 69 y 70, donde irrumpieron dos sujetos que intimidaron verbalmente a los presentes antes de arremeter contra la registradora y llevársela completa, con unos 500 pesos. 

Un ratito después fue el turno de otro comercio de un rubro también castigado durante los fines de semana: los autoservicios. Ayer le tocó a uno de 82 y 26, sitio en el que actuaron dos motochorros. Aparentemente uno entró mientras el otro -algunos testigos aseguran que era una mujer- lo esperaba en la puerta para advertirlo de eventuales riesgos y emprender rápido la fuga. No se sabe cuánto se llevaron, pero sí que se alejaron de la escena antes de que llegara el primer patrullero.

Más temprano, cuatro sujetos que se movilizaban en dos motos se alzaron con la recaudación de un comercio ubicado en 27 y 70, confirmó la Policía, y anoche fueron reducidos con fines de robo los playeros de una estación de servicio en 122 y 70. Los ladrones eran dos y también andaban en moto.

En otro orden, en las primeras horas de la tarde de ayer un camión cargado de hacienda fue asaltado por piratas del asfalto en Ruta 36 y 420, a la altura del kilómetro 4.

Policía baleado, ladrón muerto y otro herido

Un joven murió ayer tras ser detenido en la localidad bonaerense de San Pedro, acusado de haber asaltado una casa de familia junto a un cómplice que terminó herido, y balear a un policía durante un tiroteo, informaron fuentes de la fuerza. Ocurrió a las 10.30, cuando los dos sujetos entraron a robar en una vivienda, un vecino llamó al 911 y los policías que acudieron al lugar fueron recibidos a los tiros. Se desató un enfrentamiento que terminó con un efectivo y los asaltantes heridos. Uno de estos murió. El policía y el otro ladrón están internados fuera de peligro.

Amordazan y golpean a feligreses en asalto a Iglesia

Al menos tres jóvenes armados robaron ayer una iglesia del barrio porteño de Palermo, donde golpearon y amordazaron a feligreses que se preparaban para participar de la misa matinal en la parroquia Santa Lucía, en Gascón 1372.

Allí, ingresaron dos varones y una mujer que incluso maniataron y amordazaron a una persona en la sacristía.

El sacerdote de la Parroquia, comentó que los jóvenes "golpearon con la culata (de un arma) a un sacristán y a un feligrés". 

Los delincuentes robaron objetos personales a las víctimas, documentos, dinero y otros elementos de la iglesia.