Otra vez, el mismo cuento: desvalijaron un colegio

Ahora le tocó a la Escuela Media Número 15 de City Bell. Actuaron delincuentes que lograron escapar con objetos de valor y unas computadoras en las que estaban los datos de todos los alumnos. Se llevaron hasta alfajores

Los ataques vandálicos y los robos contra los colegios de nuestra región no se detienen. En este caso, y cerca del inicio del ciclo lectivo tras las vacaciones invernales, le tocó a un establecimiento de City Bell, donde un grupo de delincuentes ingresó y se llevó computadoras y otros objetos de valor, además de causar destrozos. 

La víctima fue la Escuela Media Número 15, emplazada en 464 y 19. Entre los elementos sustraídos, la pérdida más grande es una de las computadoras donde estaban guardados y registrados todos los datos de los alumnos que alguna vez pasaron por el lugar, además de los actuales.  

La directora del establecimiento, Adriana Vaccarini, le contó a este medio que “lamentablemente entraron por una ventana y se llevaron algunas cosas, como computadoras, impresoras, alfajores que teníamos para los chicos, dos pavas, una netbook y un CPU que para nosotros es clave. Se llevaron todo lo que pudieron. Son cosas menores en valor, pero muy importantes para noso­tros”. Además, explicó que “la netbook y el CPU son muy valiosos porque teníamos cargados los títulos y los datos de los alumnos de la escuela. La base de datos es lo más importante”. 

Además de la sustracción de todo eso, cometieron actos de vandalismo: “Tiraron papelería al suelo, desordenaron todo el colegio y hasta rompieron una canilla”. 

Tres años de paz

La directora considera que el hecho fue cometido en horas de la madrugada del sábado, ya que “hasta ayer (por el viernes) a la tarde estaba todo bien”. Por último, indicó que “hace tres años que no nos pasaba algo así. Habíamos organizado la escuela de otra manera, pensábamos que estaba segura, pero no alcanzó. La situación está complicada, y eso es lo que más nos preocupa, porque somos una escuela del Estado y no­sotros incluimos a todos, como corresponde y nos exige la ley. Estas cosas nos alteran y nos perjudican a todos, no solo a los directivos, sino a toda la comunidad”. 

Será tarea de la comisaría Décima el tratar de dar con los responsables, de quienes nada se sabe. Escaparon tras cometer el ilícito y se perdieron en la clandestinidad sin que, hasta el cierre de esta edición, hayan podido ser identificados. 

Una vecina de la zona le contó a Trama Urbana que “el lugar era tranquilo, pero después cambió. De hecho, ya no se puede estar seguro en ningún lugar”. 

Noticias Relacionadas