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Copa SudamericanaLa punta receptora, de último paso por Estudiantes, decidió viajar a Estados Unidos y apostar fuertemente a perseguir un sueño con el deporte que tanto ama. Desde Chicago, la joven del seleccionado argentino Sub-20 habló en exclusiva con El Clásico.
16/12/2020 - 00:00hs
Chicago es la tercera ciudad más poblada de los Estados Unidos y una de las más ricas del mundo, gracias a su gran poderío industrial y financiero. Es junto con Nueva York una de las ciudades más famosas del mundo por sus rascacielos.
También se encuentra la Universidad de Illinois, una institución de investigación aclamada y dedicada al descubrimiento y distribución del conocimiento. Son las características de una gran metrópoli que cuenta con tres millones de habitantes.
Hasta allí llegó la punta-receptora de último paso por Estudiantes, Martina Delucchi (19), buscando llevar adelante la experiencia de estudiar en una de las casas de estudios más importantes del mundo y a su vez seguir jugando al vóley.
Martina empezó la carrera de Kinesiología en la Universidad de Illinois en Chicago (UIC), que forma parte de la Asociación Nacional de Atletas de Residencias Universitarias, donde también será parte del equipo que jugará la Horizon League. En diálogo con El Clásico, la jugadora del seleccionado argentino Sub-20 nos cuenta sus primeras sensaciones al respecto.
–Venías de muy buenas temporadas a nivel clubes y Selección. ¿En qué momento hiciste el click en la cabeza y decidiste que tu carrera debía continuar en el exterior?
–Creo que fue después de que terminó el Mundial Sub-20, mi cabeza hizo el click porque me di cuenta que iba a ser difícil que me citen para participar de la Selección mayor, y como que ya había terminado un “ciclo” por así decirlo. Luego de hablar con mis padres, decidí que quería hacer algo nuevo, llevaba 10 años jugando en Estudiantes y quería tener una experiencia distinta. Mis viejos me motivaron mucho con la decisión y eso ayudo muchísimo también.
–¿Por qué Chicago y no algún destino de Europa?
–Mi destino inicial era Europa, pero mi papá estuvo hablando con un señor que la hija jugaba en la universidad donde estoy ahora y le recomendó que para mi edad lo mejor era Estados Unidos, por el estudio y la experiencia de vida . Entendí que era la mejor opción porque yo siempre quise estudiar y tener un titulo en el futuro además de jugar al vóley, y creo que acá eso esta muy bien organizado. Consideran al deporte y al estudio como si fuera la misma cosa, entonces todos los horarios de entrenamiento y las clases tienen que estar sí o sí bien organizados para que no te pierdas ninguna de las dos cosas, cosa que en la Argentina o Europa no iba a poder hacer.
–¿En qué consistieron los trámites para poder hacer el viaje?
–En agosto del año pasado empecé a juntar los papeles y presentar la documentación necesaria, venía todo encaminado a tal punto que estaba por finalizar el trámite de la VISA (necesario para acceder a los Estados Unidos) y justo se desató la pandemia. Recién el 20 de julio, luego de insistir llamando y enviando mails, se comunicaron desde la embajada para que me acerque a terminar el trámite presentando el certificado de estudios que expidió la universidad.
–¿Cómo es un día en tu nueva vida?
–Digamos que por Covid-19 no estamos llevando un año normal, más ahora que acá se están poniendo peor las cosas. Cuando llegué básicamente lo que hacía todos los días era empezar las mañanas con mis clases, después ir al entrenamiento a la tardecita, y luego volver a casa a hacer trabajos y estudiar. De vez en cuando, algunos días después de entrenar me iba a caminar por ahí a la ciudad a conocer un poco más, pero sino es como que es muy rutinario.
–¿Cuál es la exigencia de la universidad respecto a los estudios y qué relación tiene eso con la preparación deportiva?
–La exigencia por parte de la universidad no es sofocante, termina pasando todo por cómo uno se tome las cosas. De todas formas, para poder jugar en la liga tenés que alcanzar ciertas notas así que no podés relajarte demasiado.