El básquet también lo juega

Juan Lancieri y Michele Castro, representantes de los quintetos de Gimnasia y Estudiantes, se acercaron al diario Hoy y adelantaron sus pálpitos de cara al clásico del próximo domingo en el Bosque

La edición número 157 del clásico entre Gimnasia y Estudiantes no la viven solamente los jugadores de fútbol de ambos equipos. En otras disciplinas también hay clima de derby por estas horas. Los integrantes del básquet Tripero y Pincha, Juan Lancieri y Michele Castro, dejaron por un momento la pelota naranja y la ropa tradicional para empezar a meterse en la piel de hinchas, que sienten y esperan con mucha ansiedad el gran choque platense.

Los jugadores del Lobo y el León, que afrontarán el Torneo Nacional de Ascenso y el Torneo Federal respectivamente, se acercaron al diario Hoy con las camisetas de sus amores y ya empezaron a palpitar el clásico.

—¿Cómo creen que llegan los dos equipos al clásico?

JL: —Después de los dos últimos resultados, está un poco en duda el rendimiento del equipo. No termina de cerrar, ya que, tras dos victorias seguidas, perdimos de locales y nos empataron sobre la hora en Sarandí. No sabes con qué puede llegar a salir Alfaro, pero tenemos que estar tranquilos para llevarnos un buen resultado.

MC: —Anímicamente el grupo llega muy bien, a pesar de las eliminaciones en la Copa Argentina y en la Sudamericana. Estoy conforme con la forma de plantear los partidos: el equipo es efectivo y golpea en los momentos justos, aunque acá Estudiantes será visitante y Gimnasia querrá ganar como sea, así que será durísimo. Es un objetivo importante el clásico, desde lo anímico, para consolidarse en la punta. Va a ser un partido bisagra. 

—¿Cómo se hicieron hinchas tan fanáticos?

JL: —Desde muy chico mi papá me empezó a llevar a la cancha, y es algo que me contagió desde un primer momento. Jugar en el club e ir a la cancha fueron cuestiones que me hicieron cada vez más fanático. Desde que comencé, nunca dudé en jugar en el Lobo.

MC: —Fue por parte materna. Mi papá fue jugador profesional de fútbol en Gimnasia en los 70 y ejerció una cierta presión con mis abuelos para que fuera hincha del Lobo. Sin embargo, la fuerza de mi vieja fue mayor: me compraba todo para que sea de Estudiantes y me gustaron los colores, me enamoré del club. A los diez años pisé 1 y 57.

—¿Qué sienten al representar al club de sus amores?

JL: —Es algo magnífico, no lo tomo como una responsabilidad, sino como un orgullo, y lo disfruto. Desde chiquito soñé con jugar en la Primera de Gimnasia, por suerte lo logré.

MC:—Es un orgullo inmenso, llegué el año pasado a Estudiantes y uno de los primeros entrenamientos me tocó en el Country, justo al lado de la concentración. Poder utilizar las instalaciones del plantel profesional y sentirme parte del club es impagable. Ahí uno se empieza a dar cuenta dónde está parado.

—¿Qué clásico los marcó como hinchas?

JL: —Yo tengo dos: el del 4 a 2 en 1 y 57, el día del abandono (risas), y el 4 a 1 en 2005, en el Bosque.

MC: —Indudablemente el 7 a 0, ni noso­tros lo esperábamos, fue un hito importante en la historia del club. Después me quedo con el clásico del 3 a 0, tras haber ganado la Libertadores de 2009. Fue un momento muy lindo, con la Copa en vivo y en directo.

¿Qué van a apostar y cómo sale el partido?

JL: —Lo que quiera Michele, no tengo ningún inconveniente, apostemos un short de básquet. ¿O tiene miedo? (risas). Obviamente gana Gimnasia, 2 a 0.

MC: —Va contra mis principios, nunca aposté, pero dale, apostemos un short. Es un clásico... tiene que ganar Estudiantes, sin importar el marcador. 

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