El partido del morbo..

Gimnasia y Colón jugarán mañana un desempate por la permanencia en Primera división. Identificados con Estudiantes y Unión, los entrenadores Damonte y Madelón pueden mandar a la “B” a sus clásicos rivales. Detalles de la gran particularidad que tendrá la definición del segundo descenso.

Gimnasia y Colón jugarán un desempate para definir el segundo descenso a la Primera Nacional tras quedar igualados en el fondo de la tabla anual. El encuentro tendrá lugar en la cancha de Newell's , mañana a las 17. Y contará con mucho morbo detrás: tanto Leonardo Madelón, entrenador del Lobo, como Israel Damonte, técnico del Sabalero, están muy identificados con Unión y Estudiantes, respectivamente, los clásicos del rival de turno. Uno de los dos se salvará y sin dudas lo hará con un gusto más que especial.

Madelón es historia pura de Unión. En la temporada 1988/1989 fue parte del plantel que logró el ascenso a Primera división tras una final inolvidable del Reducido nada menos que contra Colón. El actual entrenador del Lobo anotó un gol de tiro libre en el partido de vuelta para sentenciar la historia en aquella serie. Ya como director técnico del Tatengue, sus procesos fueron tres: 2001, 2014-2016 y 2017-2020; conquistando el ascenso en 2014 y logrando dos veces seguidas el acceso a la Copa Sudamericana. Sin dudas, un ídolo que llena de aplausos el 15 de abril cada vez que lo pisa, sea cual sea el motivo de su visita.

La historia es similar por el lado de Damonte. El actual entrenador del Sabalero, que está fuertemente identificado con Estudiantes, podría terminar empujando a la segunda categoría del fútbol argentino al elenco albiazul. El “platinado” hizo inferiores en el Pincha, es hincha confeso del club y un fiel representante de la escuela futbolística albirroja. “Isra” nació en La Plata y debutó como jugador profesional en 2001 con la casaca de Estudiantes, donde permaneció hasta 2004. Volvió en 2013 y permaneció hasta 2017. Además, aseguró en varias oportunidades que sueña con sentarse en el banco del León: “Algún día me gustaría dirigir a Estudiantes”.

Cabe recordar que en caso de igualdad al finalizar los 90 minutos, se jugará un suplementario. Si persiste la igualdad, el desempate se definirá por penales. Ni el guionista de cine más perverso lo hubiese pensado de esta manera. Será el partido del morbo. El cielo y el infierno. El que gane dejará a su equipo de turno en Primera y se convertirá en ídolo del club de sus amores. El que no logre el objetivo tendrá una decepción por duplicado.

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