Estudiantes despide a un prócer

Alejandro Sabella, heredero del trono de Zubeldía, ingresó a la inmortalidad y a la mesa de los entrenadores más grandes de la historia del Pincharrata. Pachorra, un Maestro que está a la altura de Don Osvaldo.

Y se subió al podio de los más grandes. En la rica historia de Estudiantes, sin dudas, Alejandro Sabella estará hasta la eternidad en el pedestal de los eternos.

El exentrenador, quien falleció a los 66 años, fue alumno de la escuela Pincharrata y quedó en la inmortalidad tras conquistar la Copa Libertadores de 2009 y el Apertura 2010. El ex-DT, a la altura de Osvaldo Zubeldía, Eduardo Manera y Carlos Salvador Bilardo, además, será recordado con el mismo cariño que se lo rememora a José Luis “Tata” Brown.

Tanto es así, que tiempo atrás el presidente e ídolo del club, Juan Sebastián Verón, consideró que Pachorra “marcó una época” como técnico del Pincha y catalogó a su ciclo como “el más exitoso” después del que tuvo como cabeza a Osvaldo Zubeldía a fines de la década de 1960.

“Alejandro marcó una era en Estudiantes porque después de Zubeldía es el que más éxito tuvo en cuanto a conquistas”, señaló la Brujita, incluso poniendo al exentrenador del Pincha y la Selección Argentina por sobre la gestión de Carlos Bilardo como DT.

Sabella logró lo más difícil para un técnico: que sus futbolistas le crean, como los campeones del mundo le creían a Don Osvaldo. Un DT hecho a medida para el club Albirrojo. Responsable, capaz, serio, trabajador, estudioso, honesto, humilde, con un sentimiento especial por los colores y con valores innegociables. El heredero del trono de Zubeldía.

Silenció como nunca antes al estadio del Mineirao, para allí pasar a la inmortalidad y quedar en la historia dorada de Estudiantes. Campeón de la Copa Libertadores 2009 frente a Cruzeiro y, un año más tarde, campeón del Apertura 2010.

En marzo de 2009, Pachorra regresó al Pincha ante la indiferencia y las dudas. 54 años y sin experiencia previa. Fue el 10 del genial bicampeón 1982/1983, pero como técnico pasó a ser ídolo. Fiel exponente de la escuela de Zubeldía. Amante de la táctica y obsesivo.

Alejandro Sabella fue otro técnico con el mismo sello. Tuvo a Bilardo como conductor y en su primera experiencia como entrenador retomó el camino del Pincha en la Copa Libertadores de América.

Será por eso que en el prólogo del libro Zorro Viejo, Pachorra escribió: “Estimado Osvaldo: aunque personalmente no tuve el gusto de conocerlo, ha sido tanto lo que recibí de usted que sólo me queda agradecerle. Espero haber honrado su memoria y aportado un granito de arena para los más jóvenes. No escuché el timbre de su voz ni estreché su mano, pero dentro mío atesoro muchas de sus enseñanzas, porque como en El Principito de Saint-Exupéry, lo esencial es invisible a los ojos”.

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