POR DANIEL "PROFE" CORDOBA

Estudiantes encontró el equipo

Por la evolución de algunos jugadores, el entrenador Ricardo Zielinski ha hallado una formación estable que otorga garantías y alegrías a los hinchas.

Por Daniel “Profe” Córdoba

ay, hubo y habrá en la vida de todos (mujeres y hombres) gente muy envidiosa y con maldad que dice cualquier cosa de cada uno de nosotros. Cualquier mentira, la cual afirman y no saben que uno o se entera y los ignora; o, si se los cruza, los encara de frente y mano a mano.

De mí se tejieron y tejerán mitos sobre por qué Estudiantes de La Plata no me ha llamado nunca en 26 años, y eso motivó que la gente y los medios empiecen a crear historias, que nunca existieron. Ni con Carlos Salvador Bilardo, ni con Juan Sebastián Verón tuve algún problema.

Esto llegó a un punto tal que se pensó que si escribía algo feo de Estudiantes era una venganza, y nunca fue así. A Estudiantes no le debo, ni el club me debe nada. Escribo lo que siento y veo desde mi lugar, no hay pro ni contra, solo es un comentario objetivo al igual que lo hago con Gimnasia.

Si creo que la cancha de Estudiantes, el Jorge Luis Hirschi, es más estética que bien construida, lo digo. Si Estudiantes juega bien o mal, lo escribo. Y aquí llegamos al nudo de esta nota: creo que Estudiantes encontró el equipo. Por la evolución de algunos de sus futbolistas, Ricardo Zielinski sabe qué formación poner en cancha.

Aunque su arquero cada tanto tenga un yerro horroroso, es confiable y le da un diálogo constante al árbitro que sirve. Los albirrojos han encontrado en Ezequiel Muñoz el pilar -veloz- para que sus otros dos centrales vayan y presionen más adelantados. Aunque, para mí, eso al entrenador no le gusta. Pero se dio en el gol de Agustín Rogel a Everton, y eso me encanta.

Eso es de equipo ganador. Es como en el movilizador equipo de fines del 95 y 96, casi campeón, que dirigí. A sus laterales, que no siempre terminan bien el ataque, les gusta ir mucho. Con una línea de tres eso no es tan riesgoso. En mi gusto está el poner tres centrocampistas, uno siempre por delante de los centrales, sumado a otros dos organizadores para adelante que retrocedan con criterio y que, al tener la bola, se ubiquen donde más lo sientan.

Adelante iniciaría con dos puntas, una torre y un mediapunta. Luego, y según como vaya el juego, cambiaría tácticas o estrategia, según me lo vaya pidiendo el partido. Todo bien bilardiano. Disfruten que se va el clásico.

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