Fernando Rampazzo se consagró campeón mundial

El deportista chascomunense formado en La Plata alcanzó su máximo logro en la Copa del Mundo de Taekwondo disputada en Eslovenia.

Una historia de superación y perseverancia encuentra al taekwondista ­Fernando Rampazzo ante su tan ­anhelado logro. El oriundo de la ciudad de Chascomús alcanzó el título de campeón en la Copa del Mundo de Eslovenia en la modalidad de equipo de lucha y forma. Tras su consagración, dialogó con El Clásico.

—¿Cuándo comenzaste a practicar taekwondo?

—Practico taekwondo desde los 9 años, hoy tengo 43. Toda la vida practiqué, mi sueño siempre fue participar en un Mundial y ganar una medalla en una Copa del Mundo. A los 21 años, me fui a estudiar a La Plata. Estuve 8 años estudiando la carrera de abogacía, y en esos años, que son la mejor edad para competir, estuve estudiando y no pude hacerlo. Sin embargo, a los 18 años estuve compitiendo y entrenando en Canadá. Y una vez que me recibí volví a entrenar y a competir para ir en busca de mi tan anhelado sueño pendiente.

—¿Cuánto te preparaste para este desafío?

—Desde el año 2012 que volví a la competencia, participé en todos los torneos oficiales de Taekwondo: Sudamericanos, Panamericanos, Copa del Mundo. Puntualmente en este último, en el año 2014 fue mi primera participación en Jamaica y no pude lograr conseguir una medalla. Después, en la siguiente, que se disputó en Hungría en 2016, logramos la medalla de plata como equipo al salir subcampeones.

—¿Cómo llegaste a esta Copa del Mundo?

—Con la pandemia del 2020 se suspendió la Copa del Mundo en Eslovenia, y se desarrolló recién este año. Para afrontar este objetivo, formamos un gran equipo y salimos campeones con mucho esfuerzo y preparación en la categoría de lucha por equipos.

—¿Qué obstáculos tuviste que superar? ¿Cuánto valorás este logro?

—Este año, entrenando para un torneo internacional en Misiones tuve una grave lesión en la parte lumbar, quedando diez días en cama sin poder moverme. Pensé que no iba a poder competir más. Por suerte me recuperé y pude salir adelante para llegar a participar del Mundial en Eslovenia. Por eso es tan importante este viaje y esta consagración, por la cantidad de tiempo que hace que vengo luchando por lograrlo, por ser parte del taekwondo y también por la edad. Nuestra categoría es de cinturones negros de 35 a 46 años, y es mucho más gratificante por todo el sacrificio. Entrenar además de ser padre de familia y tener mi profesión; todo es tiempo, y así y todo pude entrenarme para lograr el objetivo.

—¿Cuál es tu próximo desafío?

—Ahora, como próximo objetivo quiero seguir manteniendo el estado físico que logré. Quiero seguir compitiendo dentro del circuito, y el año que viene poder estar en el Panamericano de Mar del Plata. Además, quiero montar mi propio gimnasio para poder transmitir a las nuevas generaciones todo lo que es el taekwondo no solo cómo deporte sino cómo estilo de vida, lo que transmite y enseña el deporte, con sus principios.

Cabe destacar que la disputada en Eslovenia fue la Copa del Mundo más grande de la historia del taekwondo, con 52 países y 2.900 competidores. La Argentina quedó ubicada dentro de los cinco mejores en el medallero general, junto a Polonia, Ucrania, Inglaterra y Uzbekistán. El equipo nacional de lucha y forma que se consagró estaba compuesto por Sebastian Bellini, Ricardo Calzon, César Favalli, Ariel Serra, Edgar Carrizo, Pablo Arce, Roberto Flores, Sebastián Martínez y Fernando Rampazzo.

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