Javier Mendoza fue el más destacado en el Lobo

Evidentemente analizar la actuación individual de un equipo en la derrota denota otra perspectiva, ya que deja al descubierto los errores, los potencia, y además actúa como un eclipse sobre las virtudes mostradas.

Partiendo desde este parámetro, el punto más alto de Gimnasia fue Javier Mendoza. El volante hizo un surco por izquierda, rompiendo líneas a través de la verticalidad y el juego asociado. Desbordó una y mil veces por su lateral, disparó en varias oportunidades al arco pero debido a la mala puntería y otras veces a la intervención del arquero, su primer gol en la máxima categoría se le sigue negando.

En el podio imaginario resulta imposible no ubicar a Pablo Vegetti. Hasta la lesión que lo sacó de la cancha, era una de las figuras, no sólo por haber anotado un gol de gran factura, sino también por el sacrificio a la hora de recuperar la pelota y exigir con su potencia a los defensores rivales. Un escalón más abajo aparecen Lucas Licht y Dardo Miloc. El capitán tuvo un rendimiento correcto siendo salida permanente por su lateral y aportando claridad en los momentos complicados. Por su parte, el volante central mostró su mejor versión desde que volvió de la lesión. Bien ubicado cortó infinidad de avances y cuando tuvo la pelota le dio un destino correcto.

Oreja y Benítez cumplieron, prolijo Alvaro Fernández, Rojas mostró una actuación de mayor a menor. Barsottini redondeaba un buen partido hasta el error de cálculo que derivó en el penal de Monetti, mientras que el propio arquero, a pesar de haber atajado tres pelotas de gol, pudo haber hecho más en el primer tanto y salió apurado en la jugada que sentencio el partido. Por último, Ignacio Fernández no escatimo en esfuerzos pero estuvo impreciso y errático.