Juan Martín del Potro, un ejemplo para nunca darse por vencido
Luego de una lesión atípica en el mundo del tenis, varias operaciones y años para intentar recuperarse, el tandilense parece estar listo para su última batalla. Una historia para emocionarse.
El reciente triunfo de Novak Djokovic en Roland Garros no solo lo convirtió en el hombre récord en la historia de ganadores de Grand Slams, sino que de alguna manera dejó en evidencia que ante el retiro de Roger Federer y la sospecha de que Rafa Nadal está en retirada, la epopeya de los gestores de la más impactante hegemonía que registra la historia del tenis masculino, de alguna manera, aún sigue vigente. Aunque ya nadie sueña con volver a ver algo de los maravillosos duelos que nos regalaron los tres fenómenos durante gran parte de lo que llevamos vivido del siglo XXI.
Contemporáneo de estos fenómenos durante buena parte del ciclo, son justamente ellos quienes ayudan a poner en blanco sobre negro lo que representa Juan Martín del Potro, el tenista argentino que nos llenó de ilusión con su deseo de volver a la acción en el US Open en honor a una apuesta que se hizo a sí mismo. La Torre de Tandil le ganó cuatro veces a Djokovic, seis a Nadal y siete a Federer, jamás en ocasiones menores a finales de torneo, Masters, Grand Slams, Master 1000, Copa Davis y Juegos Olímpicos.
Del Potro fue Top 10 en tres etapas: entre octubre de 2008 y septiembre de 2010; entre enero de 2012 y agosto de 2014, y entre enero de 2018 y mayo de 2019. En todos los casos, procesos interrumpidos por lesiones. Y durante tres semanas de 2018 fue número tres, sólo superado por Federer y Nadal.
“Me siento un tenista activo”
La lesión que sufrió el doble medallista olímpico es totalmente inusual en el tenis: es más frecuente en personas de edad avanzada con osteoporosis que tropiezan y caen sobre sus rodillas, en jóvenes que tienen fuertes impactos en accidentes o en futbolistas. Pero luego de algunos años, varias operaciones y un espíritu de resiliencia pocas veces visto, el argentino quiere su última batalla.
“No tengo mi etapa en el tenis cerrada con llave y candado. Es un deseo interno pisar la cancha por última vez en el US Open, pero mi físico me manda mensajes que no son compatibles con ese deseo”, declaró el tenista argentino en la semana.
El US Open se desarrollará en Nueva York desde el 28 de agosto hasta el 10 de septiembre y aunque aún parece lejana la posibilidad de participar, el argentino de 34 años ya tiene su invitación especial y sigue con su preparación para intentar llegar.